Capítulo 1-¿Quien es usted?

39 7 6
                                    

Sofia:

Dicen por ahí que la vida es difícil y muy confusa, también dicen que nunca sabrás qué es lo que pasará al siguiente día. Nunca llegué a comprender eso muy bien, siempre pensé que si hacías tus planes días anteriores obviamente sabrías lo que pasaría al día siguiente, pero ahora me doy cuenta de que eso que yo pensaba nunca fue verdad.

Estoy acostada de espalda en una cama algo dura con una cobija muy delgada encima de mí, lo que hace que sienta frío. Abro mis ojos lentamente adaptándome a la fuerte luz que hace que mis ojos me duelan un poco. ¿Desde cuando entraba tanta luz del sol en mi habitación?

Al abrir los ojos me di cuenta de que no estaba en mi habitación ¿o si lo estaba? No. Obviamente no estaba en mi habitación, no recordaba mucho el cómo era mi habitación, pero definitivamente ese lugar en el que estaba no lo era.

Cuando al fin mis ojos se adaptaron a la fuerte luz, me senté en la cama recargando mi espalda en la parte de atrás de esta, y ahí es cuando me di cuenta de que estaba en un hospital, pero, ¿qué es lo que me había pasado como para que yo terminara en el hospital?

Y como si mi pregunta hubiera sido escuchada en eso escucho a una ¿enfermera? afuera de la habitación charlando con una señora con un tono de voz algo alarmada.

—¿Como esta? ¿Qué fue lo que le paso?

—Por lo que dice en los reportes del doctor, la chica está bien—le dice la enfermera a la señora de la voz alarmada. —Según el accidente no fue tan grave. La chica tiene la mano izquierda fracturada y unos cuantos raspones en sus brazos y piernas, pero nada grabe.

—Bueno y ¿puedo pasar a verla? —pregunta nuevamente la mujer de la voz alarmada.

La voz de esa mujer me resultaba familiar pero no lograba identificarla al cien por ciento.

—Si puede pasar a verla, solo que puede que la chica siga dormida todavía gracias al medicamento que le dimos así que no intente despertarla, ella necesita descansar lo más que pueda.

En ese instante la puerta de la habitación de hospital se abrió lentamente y una señora como de unos cuarenta y tantos años, de cabello negro y ojos café se asomó de esta.

—Hola mi niña—dijo la señora adentrándose en la habitación mientras cierra la puerta detrás de ella. —¿Cómo te sientes?

La señora del cabello oscuro se acercó más hacia mi hasta que se sentó en la silla que estaba situada al lado de la camilla de hospital en la que estaba yo sentada.

—Uhm... Bien, me siento bien—le contestó a la señora algo confundida.

La señora se levanta de su asiento y toma mi rostro entre sus manos y comienza a llorar.

—Sofia no sabes el susto que me dio al momento en que recibí la llamada de Alex diciendo que iban en una ambulancia porque un auto te atropello.

Así que eso fue lo que me paso. Pero ¿quién es Alex? ¿Por qué me había traído él al hospital? ¿Y por qué había llamado a esta señora para avisarle?

—No sé qué hubiera hecho si algo más grabe te hubiera pasado—dice la señora antes de envolverme en un abrazo.

—Disculpe, pero ¿quién es usted?

La señora se separó de mí y me vio con algo de desaprobación en su rostro.

–Sofia no estamos para tus bromas en estos momentos.

Al ver que yo no cambié mi expresión de confusión o comencé a reírme la señora de cabello oscuro comenzó a asustarse.

—¿Como que quien soy? Soy Rosita, trabajo en la casa de los Jones desde hace quince años y he cuidado de ti desde que tenías siete años.

¿Quien soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora