Capítulo 5: ¿Amaia?

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Hoy, me he dado cuenta de que Zulema, es una autentica hija de puta, pero a la vez, es una maldita genia.

Zahir me ha contado algo que tenía rondando por la cabeza.

"Lo único que tienes que hacer... Es tranquilizarla y... Pum, sacarle la información".

Ha sugerido robarle algunos tranquilizantes a Sandoval, darselos y convenserla de que iba a rescatar a la niña si me contaba dónde está.

Después de tantos intentos, su idea me parecía rídicula.

Pero Zulema no se anda con rodeos.

—Oye, ojitos saltones... —Me llamó repetidas veces mientras golpeaba levemente mi brazo, estaba tan dormida, que no le preste atención a su llamado —¡Despierta, coño! —Dijo esta vez golpeando mi cabeza

—¡Joder! ¿Qué quieres?

Al mirarla, ví como sus ojos radiaban total felicidad.

—Baja, baja

Y acatando sus órdenes, bajé de mi litera. La morena me tomó de la mano y me guío a la cama de Susana.

Se veía rara, como... si le hubieran echo algo.

—No ha logrado consiliar el sueño, ha llorado mucho... Pobrecita —Dijo sarcastica— Le he dado unos tranquilizantes que le robé a Sandoval y... Guala

—Amaia... Ama... —Decía entre lagrimas

—Vamos, hablale coño —Intervinó la morena, dandome un pequeño empujon

Yo la miré confundida, pero hize lo que me pidió.

—Susana... ¿Dónde está Amaia? Yo puedo ayudarla

Susana me miró, aún en llantos, tenía miedo.

—Amaia la debe de estar pasando muy mal... ¿No crees?

Y los llantos se hicieron más fuertes.

—Joder Helena, hazlo bien —Regaño la morena

—Ya... ¿Y por qué no lo haces tú? —Dije molesta

Zahir rodó los ojos, se acerco a Susana y habló.

—¿Quiéres volver a ver a tú hija?, Helena y yo podemos traerla... pero necesitamos que nos digas dónde está... ¿Verdad, Helenita?

—Si, si

Susana estaba un poco más tranquila, las palabras de Zulema habian causado efecto en ella.

—Si te digo dónde está... ¿La traeras? —Dijo entre lagrimas

—Si, si claro que la traeré —Respondío

A Susana le tomó varios minutos, pero termino confesandolo todo.

—Está sola... está sola en un establo abandonado en Santa Maria, Santa Maria de la Alameda

Bingo.

...

A la mañana siguiente, salí a la enfermería con la excusa del dolor de espalda. Debía decirle a Sandonval lo que habia descubierto para que se lo comunicara a Castillo.

—Pasa

Al entrar al despacho, ví salir a una rubiecilla incómoda, era Macarena, al verme, fué lo primero que hizo.

—¿Qué le sucede? —Pregunté

—Nada, solo vino por algunas pastillas... Eso es todo —Respondió

—Ya... Necesito que te comuniques con Castillo, sé dónde está Amaia.

Sandoval me veía impaciente.

Sacó una libreta, un bolí y comenzó a escribir lo que yo le contaba.

—En Santa Maria de la Alameda... ¿Estás segura de que está allí?

—Muy segura

—Bien, se lo contaré a Castillo, deben comenzar a buscarla si quieren encontrarla con vida

Era cierto, a este pasó, no sobreviviría más de unos 3 o 4 días.

Tras Las Rejas |Zulema y Helena|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora