Capítulo 8

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Para Minghao lo peor de no recordar nada es la mirada triste y desesperada de las personas que lo rodean. Cuando Jihoon lo abrazó pudo sentirlo, una parte de él sabe que ese hombre de cuarenta y cuatro años estaba preocupado y temeroso, quizás no lo demostró, pero cuando fue abrazado por él pudo sentir su cuerpo temblar, quizás de emoción o de algo desconocido para Minghao. Eso estuvo bien, fue raro, pero estuvo bien, lo que provoca su imposibilidad para dormir es Jeonghan.

Jeonghan lo abrazó como si el mundo fuera acabarse, tan fuerte pero quizás nadie lo notó, quizás no vieron las pocas lagrimas que salían de los ojos azules más bonitos que Minghao hubo visto en su vida. Y lo que Jeonghan susurraba cavó un hoyo tan grande que incluso horas despues Minghao sigue intentando llenar.

"Estás a salvo" "estás en casa"

Mientras observa al techo no puede dejar ir aquellas palabras. Estar en casa no se siente como casa, no se siente tranquilo ni ideal para Minghao, para él estar en casa es pintar cerca de las montañas, tener pesadillas por las noches y ver televisión con Joshua. Ahora, resulta que está casado con Joshua, pero él nunca se lo dijo, nunca lo insinuó ni lo demostró, su relación con Joshua parece más la de hermano que de una pareja.

Y pensar en Joshua como una pareja se siente incorrecto, sucio e incomodo. Lo quiere, sin duda lo quiere, pero no lo quiere al punto de besarlo o tratarlo como algo más...Y pensando en besos. Su mirada cae sobre Jun quien duerme a poco metros sobre el sillón, sus ojos semi abiertos le provocan un escalofrío a Minghao.

Cuando Jun lo besó la mente de Minghao se quedó en blanco, todo su cuerpo retumbó de pies a cabeza e incluso se mareó un poco, se sintió avergonzado de no saber que hacer en ese momento, su mente tan confundida que tan pronto lo sintió se quedó en blanco. Lo peor es que aun despues de varias horas de aquello aun sigue sintiendo los labios de Jun sobre los suyos, y tiene ese extraño sentimiento subiéndole por el estómago.

Se sienta sobre la camilla estirando las piernas, ha pasado la mayor parte del día y la noche recostado y eso realmente no va con él, a pesar de haber caminado por horas un día antes. Pone los pies descalzos sobre el piso y por fin se libere de las sabanas, aunque la bata es algo incomoda y fría se acostumbra a ella y comienza a caminar a pasos lentos por la habitación. Jihoon dijo que es mejor que él se quede ahí por esa noche, para que pudiera retomar fuerzas y asimilar todo, pero Minghao lo que menos quiere es un hospital. Está cansado de ellos.

Jun da un profundo respiro que hace girar a Minghao, sin embargo no se despierta. Se acerca un poco reconociendo las facciones, sin duda es la misma persona que en sus sueños, la que siempre intentó alcanzar y que ahora tiene a poco pasos. Su corazón late con fuerza sin ninguna razón, como si el solo hecho de estar cerca de él lo alterara de sobremanera.

—Te gusta verme, lo se.— Dice Jun de golpe haciendo saltar a Minghao. Él se ríe. —¿Qué haces despierto? Tienes una cama, duerme en ella.

—No puedo dormir.— se excusa dando un par de pasos hacia atrás. —Tengo muchas preguntas.

Jun lo mira por algunos segundos para despues suspirar, sin embargo no parece molesto.

—No has cambiado.— La sonrisa melancólica de Jun hace que la sangre de Minghao hierva.

Todos saben su pasado menos él, todos saben quien es, de donde vino y lo que dejó, todos lo conocen menos Minghao, Minghao no se conoce a si mismo, él ni siquiera puede saber toda la mierda que todos saben porque es un secreto, un secreto que todo el mundo sabe menos él. Y está cansado, cansado de ser tratado como un idiota, como si no pudiera comprender las cosas y por eso lo cuidaran de sí mismo. Es absurdo, si pasaron cosas malas quiere saberlo, si hizo o hicieron o lo que mierda haya pasado tiene derecho a saberlo.

Perdido [JunHao][M-PREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora