Komaeda compartió una mirada con Togami, el albino le sonrió y abandonó el lugar, el rubio se quedó en su lugar.
Komaeda se encontraba caminando por los pasillos de las muchas cabañas, se detuvo cuando su paso fue cortado por un cansado y somnoliento Hinata que se sorprendió al verlo.
—¡Buenos días Hinata! –Sonrió el albino.
—Buenos días... –Respondió flojamente el castaño.
—Agradezco que tengamos estas cabañas individuales, realmente nos salvaron... –Komaeda suspiro aliviado.– ¿Has logrado dormir durante la noche...?
—No, nada de nada... –Menciona el castaño antes de bostezar.
—Bueno, no me sorprende, normalmente a nadie le extorsionan para participar en un combate a muerte tan de repente y logra dormir cómodamente después... –Hinata guardó silencio y desvió la mirada al suelo.– Hinata, esta es solo mi opinión... pero... es gracias a estas situaciones por la cual la gente tan talentosa como todos ustedes logran brillar.
—¿Huh? –Hinata se frotó uno de sus ojos antes de ponerle más atención al albino. – ¿Qué fue...? ¿Qué fue lo que dijiste...?
—Todos los estudiantes "definitivos" deben cooperar para ser capaces de crear "esperanza" aquella fuerza que es capaz de destruir cualquier tipo de obstáculo. –Komaeda miró con una pequeña sonrisa evaluadora a su compañero.– Porque ustedes son "los símbolos de la esperanza".
—¿Símbolos... de la esperanza? –Ambos se miraron seriamente hasta que Hinata suspiro derrotado sorprendiendo al albino.– Komaeda estas totalmente equivocado, no soy tan fuerte como piensas... te recuerdo que ni siquiera me acuerdo de que talento definitivo tengo.
—Hinata... –Komaeda sonríe con simpatía a su compañero.– No me cabe la menor duda que la academia Kibougamine te eligió porque obviamente posees algún tipo de maravilloso talento, además tienes camaradas, no estás solo en esto, estamos todos juntos, tomalo... como una prueba para alcanzar tu esperanza.
Hinata se mantuvo en silencio, su expresión no había cambiado en nada, aunque ahora lucía más afligido que antes por lo que el albino optó por dejar la charla y al desviar su mirada noto el gran edificio del Hotel Mirai.
—¡Cierto! –Komaeda apuntó hacia el gran edificio con una sonrisa.– ¿Aun no has podido desayunar, verdad?
Hinata miró el edificio y después siguió a Komaeda.
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Nagito Komaeda, esperanza y desesperación 01
FanfictionLa historia de Nagito Komaeda desde su perspectiva durante el juego de la matanza en la isla Jabberwock. [Traducción]