ADICTO ... 2 ✔

CAPÍTULO 18: ¡FINALMENTE TE ENCONTRÉ!

Esto es raro...

Bai Luoyin escaneó el área y donde quiera que veía esta rodeado de naturaleza indómita. El musgo de agua se extendió por todo el lugar, pareciendo un pedazo de alfombra, mientras que los alrededores eran pantanos bajos: había aterrizado en un pedazo de tierra alta. Por lo que parece, el juicio que había hecho mientras estaba en el avión no estaba mal después de todo. Además, su suerte le había permitido aterrizar en tierra firme en medio de estos pantanos mortales.

Bajando la cabeza, pudo ver que su traje de piloto no solo estaba intacto, sino que también estaba en muy buenas condiciones. Sorprendentemente, tampoco recibió ninguna herida.

Parece que mi vida aún no está destinada a terminar.

Respirando profundamente, Bai Luoyin se levantó y evaluó el paisaje. A partir de sus experiencias en los numerosos entrenamientos de supervivencia en el desierto, calculó rápidamente que, aparte de este pedazo de tierra sólida bajo sus pies, el área circundante estaba asediada por el peligroso pantano que no podía ser pisado. Para verificar su deducción, Bai Luoyin rompió varias ramas del árbol detrás de él, las unió y tocó en un punto no muy lejos de su ubicación. Después de hurgar varias veces, aparentemente no había tierra dura que se pudiera sentir.

Bai Luoyin estaba sin habla, ¿cómo diablos se supone que voy a salir de aquí?

Hace un momento, todavía estaba profundamente conmovido por el favoritismo de Dios hacia él, pero ahora se dio cuenta, que de hecho, era su títere: el juego favorito de Dios era ofrecerle un pedazo de pastel antes de darle una gran bofetada.  Bai Luoyin caminó impetuosamente alrededor del enorme árbol una vez. Cuanto más miraba el círculo que dibujaba, más parecía que se parecía a la cara de un reloj, contando en silencio el tiempo que lo separaba de la muerte.

Tratando de no frustrarse, Bai Luoyin se sentó pesadamente en el suelo. Todo lo que podía hacer era esperar a ser rescatado.

Quizás estaba demasiado exhausto, así que en el momento en que se sentó, se durmió de inmediato. Más tarde, el frío que lo asaltó lo devolvió a la conciencia de una sacudida. Después de despertarse, descubrió que el cielo ya estaba cubierto por una capa oscura de densa niebla que se elevaba amenazante sobre los alrededores, Como una señal de advertencia en una película de terror justo antes de que ocurriera la tragedia.  Sin embargo, Bai Luoyin no tenía miedo en absoluto. En cambio, deseó que emergiera un fantasma y lo llevara lejos de este lugar.

Sintiendo que sus labios estaban ligeramente secos, Bai Luoyin miró a su alrededor. Aunque no había escasez de agua en los pantanos, lamentablemente es venenosa e imposible de consumir. Como resultado, con una determinación inquebrantable, comenzó a cavar agujeros alrededor de las raíces de los árboles. Después de haber cavado durante unas tres horas, pudo sentir la humedad del suelo. Con eso, Bai Luoyin se quitó la camisa, la envolvió alrededor del suelo humedecido y la apretó con fuerza hasta que salió agua. En poco tiempo, recogió la mitad de un casco de agua.

Después de varios tragos grandes de agua, Bai Luoyin se limpió la boca y continuó apoyándose contra el tronco del árbol para descansar.

Justo cuando Bai Luoyin entrecerró sus ojos somnolientos en la noche vacía, de repente notó un rayo de luz roja parpadeando repetidamente. Era claramente un avión. ¡El rescate está aquí! Bai Luoyin se puso de pie con entusiasmo y gritó incesantemente hacia el cielo. Incluso había atado la cuerda del paracaídas a las ramas de los árboles, convirtiéndose en una bandera antes de agitarla sin parar.

Durante todo el tiempo, ese haz de luz brillante simplemente se cernía a baja altitud, pero nunca se acercó a su área.

Bai Luoyin también era plenamente consciente de que las posibilidades de ser descubierto eran tremendamente bajas. Además, como ya habían escaneado esta área, quién sabe si vendrían por segunda vez... Pero incluso sabiendo esto, no estaba dispuesto a perder la esperanza. En consecuencia, encontró dos pedazos de piedra y comenzó a golpearlos varias veces con todas sus fuerzas. Se habían encendido chispas de llamas, pero las plantas a su alrededor estaban demasiado mojadas, lo que hacía imposible encender un fuego. El único objeto seco en su poder era el traje de vuelo que llevaba puesto. Pero, ¿qué pasaría si después de que se quemara y el equipo de rescate no viniera, moriría congelado?