Corria sudoroso entre el pastizal, esquivando con mis pies sangrantes y mugrosos afiladas piedras; veía constantemente de forma agitada y asustadiza si todavía me acechaba, ¿qué me seguía?, ¿quién?, ¿me seguían?, no lo sé, ya no lo recuerdo, no se siquiera cuando empecé a correr solo siento como mi pobre corazón y pulmones gritan auxilio, la piel erizada de mi cuerpo grita peligro.
siento pasos.
se acercan.
siento su muribundo aliento recorrer cada centímetro de mi cuerpo.
tengo miedo, mucho, demasiado.
Y corro, no paro aunque sienta mi cerebro entumecido, moriré de todas formas.
Duele, y me alcanza, siento en silencio como se ríe, cómo goza el sufrimiento de la presa tonta que cree poder salvarse.
Me deja tener esperanzas, camina tranquilo y de forma pausada extasiado ante vista tan maravillosa, la presa corre cada vez más lento.
Mi cuerpo adormecido exige un descanso y pienso dárselo, diviso un bello árbol esperándome, me acuno entre sus hojas y ramas esperando su presencia.-Llegas tarde a la hora del té- le digo con una sonrisa sin gracia y desdén
-Deberías sentarte, es poco cortés.Simplemente estoy pasando el tiempo, se que mí hora a llegado. Ya no tengo miedo pero el positivismo con el que me ha criado mí dulce madre me ordena tener esperanzas. Si solo fuera más valiente.
Cierro los ojos, estoy agotado, medito, reflexiono cada acción buena y mala en mí vida.
No he sido un mal niño.
Él se aburre e igualmente goza la sumisión, menos trabajo.Coloca su gigantesca mano de largos y esqueléticos dedos en mí muslo. Me huele, percibo excitación en su irregular respirar, humedece sus asquerosos labios con abundante saliva mientras ensancha su sonrisa mostrando unos putrefactos y casi inexistentes dientes.
Aprieta con mayor fuerza mí muslo,
Acaricia mí mejilla,
Humedece lenta y de manera tortuosa mis labios,
Siento la bilis queriéndose asomar.
Me grita palabras de amor, poesías eternas y cuentos de princesas, el es el príncipe, me quiere salvar, hace promesas falsas de dulzura y eternidad.
No hay nada que creer.
Mí pobre cuerpo desfallecido y tembloroso llora ante los caminos húmedos que deja al pasar, me queman, como brasas danzando alegremente frente al fogón.
Quiero revelarme. Golpea mi estómago con ira, retengo el llanto, sin oxígeno.
Eso le excita.
Roza mi vientre.
Intento gritar nuevamente. Agarra mi lengua queriendo arrancarla.
Sé lo que pasará.
El sabe lo que pasará.-Basta papá, duele.
Sisea mientras besa mis pies
-No hagas ruido o despertarás a mamá.
-Será mejor no enojar a mamá,lo sabes, o yo me enojaré y eso no te gustará.Duele.
Duele horrores y cada día aumenta un poco más.
Dejo la mirada perdida sintiendo como empieza su vaivén.
El vapor de su boca inunda mis pulmones.
Así es la vida de todos creo, eso dijo él.
Y él me quiere.
Pero odia a mamá así que debo cuidarla.
Aguantaré un poquito más.Hubiera preferido al monstruo.
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Entre el herbazal
Proză scurtăSi los monstruos existieran, todo seria mas facil. De ellos podria escapar.