Delivery Boy || J. JungKook ||

•FIVE• FINAL

Una mueca en señal de nerviosismo se impregna en mi rostro al estar frente al lugar.

— Muy bien, estamos aquí— pronunció mi amiga colocándose a mi costado.

— No puedo— me negué mirándole con algo de pánico.

— Vamos Yerimie, has a un lado esa timidez que te impide muchas cosas, y ve por él— animó alegre.

— No es tan fácil— chillé regresando unos cuantos pasos.

— Ah no, no no no— se apresuró a alcanzarme para tomar de mi brazo y querer guiarme otra vez al frente de las puertas— Anda, ¡tú puedes!— alzó ambos puños al aire dándome fuerza.

No daré más vueltas, tan solo lo haré.

— Bien, lo haré, puedo hacerlo— dije tratando de convencerme a mi misma, mentalizándome para atreverme a hacerlo.

— Excelente, adelante— me encaminó colocándome justo en la entrada del local— Te espero en el auto, me avisas si necesitas algo ¿si?— asentí e inhalando profundamente me adentré.

Observé a mi alrededor con un solo objetivo, encontrarle. Tristemente aquello parecía algo difícil de lograr.

¿Por qué todo resulta tan complicado?

Dirigí mi mirada al gran reloj colgado en aquella pared.

Han pasado 15 minutos desde que entré.

— Señorita, ¿pedirá algo?— la voz de una mujer llama mi atención, niego apenada.

— En realidad busco a alguien— la chica me asintió enseguida esperando a que continuase— Perdone la molestia, pero ¿Jeon JungKook trabaja aquí?

— Oh claro, el joven Jeon, por supuesto— me asintió sonriente.

— ¿Él se encuentra aquí ahora?— indagué.

— Vendría, si, de hecho hace media hora, al parecer surgió algo y no pudo llegar— informó amablemente.

— Oh..— murmuré— Bien, gracias— reverencié.

Bueno, al parecer el destino lo quiere así.

— Disculpe señorita— volvió a llamarme, giré para mirarle— ¿Usted es?, puedo informarle que le vinieron a buscar— sonrió ampliamente con pluma y agenda en mano.

— Está bien, no se preocupe, gracias.

— Dígame, yo se lo haré saber señorita, sino habrá venido en vano y no queremos eso— insistió amigable.

— Kim Yerim.

— Muy bien— pronunció luego de terminar de apuntar— Que tenga un bonito día— despidió.

— Gracias, igualmente.

El timbre de la puerta abrirse me pone en alerta.

— ¡Joven Jeon!, pudo venir— cerré mis ojos brevemente tras escuchar a la chica nuevamente.

— Disculpen, hubo un inconveniente y me fue imposible llegar a tiempo— es él.
Tragué en seco y me coloqué el gorro de mi sudadera, con la intención de salir desapercibida. Ha sido suficiente por hoy.

— Joven le han venido a buscar— informó, ahí fue cuando apresuré mi paso— La señorita que va saliendo vino a buscarle, Kim Yerim me dijo que era su nombre.

Fue lo último que escuché al atravesar la puerta.

Solo necesitaba llegar al auto con SeulGi y todo estaría bien.