•FOUR•

5.7K 543 65
                                    



— Entonces.. ¿saldrán?— rodé los ojos con diversión mientras tomaba asiento— ¡Yah Kim Yerim, responde ahora o moriré de curiosidad!— exclamó mi amiga, no pude evitar no sonreír.

— Te diré, ven aquí— pedí, ella se acercó alegre rápidamente— Es un secreto— susurré en su oído. Velozmente se alejó haciendo berrinche.

— ¡Yah!— se quejó, reí— Cuéntame, anda..— insistió con un ligero puchero en su rostro.

— Tú ganas— una amplia sonrisa surcó en sus labios al instante— Saldremos éste sábado— conté.

— ¡Ahhh!— exclamó con emoción, yo solo reí leve.

— Pero..— detuve su festejo— Aún no acordamos dónde, tuvo un inconveniente y se disculpó para luego colgar, antes de ello me dijo que llamaría después para terminar de ponernos de acuerdo— expliqué, ella asintió despacio.

— Oh, ¿y ya llamó?— preguntó.

— No, aún no— negué llevándome una galleta a la boca.

— ¿Por qué no lo haces tú?— propuso sonriente.

— Tal vez esté ocupado, no quiero incomodarlo. Él llamará cuando pueda— tomé enseguida de mi bebida.

— Bien, esperemos entonces a que el chico delivery llame— aceptó Seul sin más.

(..)

¿Por qué?

¿Por qué tengo tan mala suerte?

¿Por qué lo malo me persigue?

¡Es el colmo, en verdad!

¡Llegu- oh por Dios! ¿qué está pasando aquí?— SeulGi ingresa a mi habitación luego de unos minutos de haberle llamado y pedido que viniera urgentemente.

— ¡El número SeulGi!, no lo encuentro por ningún lado— comencé frustrada pero sin parar de buscar.

— ¿Qué número? ¿de qué hablas? ¿y por qué buscas- — antes de que continuase le mostré mi móvil— ¿Qué ocurre? — se acercó para tomarlo y comenzó a inspeccionarlo— ¿Qué le pasó?

— Cayó al lavabo cuando lavaba los platos— confesé completamente avergonzada.

— Me estás bromeando ¿cierto?— sonrió divertida.

— ¿Te parece todo esto una broma?— señalé el desorden a mi alrededor— Ya no prendió.

— ¿Intentaste ponerlo en arr-

— Lo hice, y no, no funcionó. Desde ayer está sobre un tazón de arroz y nada— le interrumpí abrumada.

— Ouh— hizo una pequeña mueca observando mi ahora inservible móvil.

— Olvida ese, he comprado uno nuevo, el problema es que no encuentro el maldito papel donde estaba escrito su número— dejé de lado el escritorio y caminé hacia ella.

— ¿No lo guardaste?— negué— ¿Me estás diciendo que no lo dejaste en un lugar seguro de recuerdo?

— No— volví a negar— Tan solo lo agendé y olvidé lo demás..— admití.

— ¡Oh Dios!

— ¡Yah!, no me hace sentir mejor— chillé y tomé mi celular— No pensé que esto— alcé el móvil frente a ella— Pasaría— para después aventarlo sobre mi cama.

— ¿Sobre tu escritorio? ¿cama? ¿sala? ¿baño? ¿nada?— seguí negando repetidas veces.

— He buscado por más de 35 minutos, nada, no hay rastro de él— terminé sentándome desanimada sobre mi colchón.

Delivery Boy || J. JungKook || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora