Capitulo 9: Lucy

699 36 5
                                    

Ignacio tomo en brazos a Lucy y nos fuimos a la habitación principal, cuando llegamos intentamos despertar a Ángel que hoy día estaba muy perezoso y no quería levantarse

-Ángel, chico, levántate! –Le decía Igna mientras lo movía

-Ñieee, es muy temprano para mí –Le respondía aún dormido Ángel

-¿Cómo que temprano? Ya son las 12:30!

-Neeh déjenme dormir

-Tenemos que presentarte a alguien nuevo

-¿A qué te refieres con alguien nuevo? –Abrió un ojo

-A Lucy, cabrón, despiértate para presentarnos y mostrarte quien es

-Está bien

Tomo unos minutos para que Ángel se despertara bien, pero apenas se levantó le explicamos cómo había llegado Lucy hasta acá, cuantos años tenía y su nombre. Y luego de eso le dijimos a Lucy nuestros nombres y nos presentamos correctamente, ya que cuando la vimos, ni si quiera le dijimos nuestros nombres. Le contamos que es lo que ocurría en esta casa, cuáles eran las reglas y que debíamos hacer para salir, debida a su corta edad no entendía mucho, pero aun así, ya sabía en qué consistía todo y que cosas debía hacer y qué cosas no. Finalmente Igna y yo estábamos muy cansados, así que le dijimos a Ángel que el fuera a completar las pruebas mientras nosotros cuidábamos a Lucy, él accedió rápidamente y se fue, dejándonos solos con Lucy

-Tía Amanda y tío Ignacio, ¿Puedo dormir un ratito?

-Claro pequeña, ¿Estás muy cansada? –Le dijo Ignacio dulcemente

-Si tío, eso sí, hay un problema

-¿Cuál Lucy?

-Mis papis para hacerme dormir, empezaban a crear un cuento entre ellos, mami empezaba con un par de palabras y luego papi seguía y así lo hacían… ¿Ustedes podrían hacerlo?

-Por supuesto Lucy, pero nosotros no somos buenos con las historias ¿No te importa?

-Claro que no, cualquier historia me gusta –Me respondió tiernamente

Metimos suavemente a Lucy dentro de la cama, la tapamos bien y luego empezamos a crear una historia cortita debido al cansancio que teníamos

-Bueno, entonces: Había una vez un pequeño niño que quería amigos pero solo tenía a una linda y tierna gatita de mascota… -Dije comenzando la historia

-Y entonces una noche se puso a llorar por que no tenía amigos y una pequeña hada lo escucho… -Siguió Ignacio

-Y convirtió a su gatita en una niña y luego se hicieron mejores amigos y vivieron felices, fin…Te dije que no somos buenos…

-Ehh Amanda, Lucy se durmió cuando ya fue el turno de contar mi parte

-Jajaja pobrecita, o estaba muy cansada o tu parte la aburrió

-Oye yo no cuento historias aburridas –Me hizo un pucherito

-Ajaamm… -Le dije riéndome

-Que mala eres –Me pego suavemente en el brazo

-¿Mala yo? ¿Pero qué dices? –Le dije dramáticamente

Pasamos varios minutos riéndonos, jugando, haciéndonos cosquillas y hablando, cuando nos percatamos que Lucy nos miraba con una sonrisita en la cara

La Casa Del LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora