Adrián fahrenheit Tepes, mejor conocido como Alucard, el soldado durmiente de Gresit, hijo del ahora difunto Drácula. Observaba receloso el gran castillo que yacía varado frente a el, a su lado izquierdo, la oradora Sypha belnades y a su derecha el último de los Belmont, Trevor Belmont.
—Parece que tendremos mucho trabajo —la oradora rompió el silencio.
—"Tenemos" me suena a manada—hablo el Belmont, con un toque de humor, tratando de aligerar el ambiente.
El dhampir frunció el ceño —Pues si no quieres ayudar, no lo hagas y largate a hacer lo único que haces bien que es beber —Alucard no esperó y se adentro al castillo para empezar sólo u acompañado a reparar lo más que pudiera de aquel que en algún tiempo fue su hogar.
A el dhampir no le importaba en lo más mínimo, lo que hiciera Belmont –o eso quiere aparentar–. Quería pensar, alejarse de todo, aclararse.
Darse cuenta de que estas enamorado no es fácil.
Quien dijo que enamorarse le traería el mundo a los pies, más bien haría que el mundo se estrellara directo en su cabeza. Causándole un gran dolor, confusión y tristeza. El mitad-vampiro se alejó con una gran carga de sentimientos y dolor en su pecho.
El último de los Belmont y la oradora se sorprendieron por la forma en que Alucard dijo las palabras –y no las palabras–.
"Felicidades Belmont, acabas de enojar a tu Jesús flotante"
Y se remarca el "tu" porque damas y caballeros, Trevor Belmont, estaba enamorado de aquel Jesús flotante–que a diferencia del rubio, no dudó en aceptarlo–.
—La he cagado —dijo bajando la mirada desanimado.
—Tu crees —la oradora fue a la primera a quien acudió cuando se dio cuenta de que se enamoró de lo que su familia trataba de eliminar. Pero su familia ya no estaba, y agradecía a dios –de cierta forma– por eso.
—Si quieres que te ame tanto como tu a el. Conquistalo con palabras dulces no con bromas.
—Facil decirlo, difícil hacerlo —dijo este rascándose la mejilla y encaminándose para ayudar a su amor platónico a reparar su hogar.
La pelinaranja bufo siguiendo al cazador.
Sería muy difícil ayudar a Trevor.
•••
Observaba todo a su alrededor nostálgico. Aún podía oír la voz de su madre en toda la estructura o bien podía ser la de su padre dándole clases de modales o como enseñándole a leer y escribir. No quería hacerlo, no quería asesinar a su padre. Muy buen pudo haber soltado esa estaca y abrazar a su padre, mientras este repetía lo mismo.
"Asesino a nuestro hijo lisa
Asesino a el mejor regalo que me diste"Pero no fue así, no podía bajar la estaca y abrazarlo. Sólo podía dejarla clavada en el pecho de Drácula.
Pero por primera vez apoyaba a su padre a odiar a los humanos. Odiaba a los sacerdotes por arrebarle a su madre. Se odiaba a si mismo, un mitad-humano quien tuvo que quitarle la vida a su única familia, a su padre. Y no fue el destino o la misma iglesia.
Fue el. Adrian tepes el que le arrebató la vida a su padre.
Y se odiaba profundamente por eso, causándole un nudo invisible en la garganta y haciendo que sus dorados ojos se humedecieran. Pero no podía darse el lujo de llorar. Al menos no en esos momentos.
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•Errores• •Trevor x Alucard•
Fiksi PenggemarLa chica tomo aire y le pregunto con voz calmada -Alucard dime... ¿Que es lo que tu quieres hacer? -el dhampir lo medito por unos momentos y dijo. -Quiero que Belmont me besé. •One-shot •imagenes a sus respectivos autores •basado en la serie de Net...