Cap.4

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Condujo su auto hasta una de las bodegas más alejadas del puerto de Ilsan. Habían llegado hasta allí en busca del nuevo miembro del equipo.
Seokjin había insistido demasiado en hacerlo y eso a Hoseok lo intrigó pero no dijo nada.
La tarde había caído y el clima era bastante frío. Hoseok rodeó su propio cuerpo con sus brazos, maldecía el no haber llevado un abrigo.
Tomó impulso y caminó detrás de su compañero.
-Es un lugar terrorífico- habló mirando la espalda de Jin.
-Peor es lo que está dentro- contestó mirando sobre su hombro y haciendo una pequeña mueca parecida a una sonrisa.
Hoseok abrió sus ojos ante el comentario, ¿adónde lo había llevado su amigo? Pensó.
Jin se acercó a una de las puertas y empleando todas sus fuerzas la abrió.
El lugar estaba oscuro, sucio y silencioso a simple vista. Pero una vez dentro un pequeño quejido se escuchaba, como si alguien ya se hubiese cansado de gritar y estuviese dando sus últimos pedidos de clemencia.
Se adentraron más a la vieja bodega y dieron con un amplio salón, apenas iluminado con una lámpara que colgaba del techo, debajo de esta el cuerpo de un tipo estaba amarrado y cubierto de sangre. De este salían los sonidos que antes habían escuchado y parecía que en un grito desesperado pedía que al fin lo mataran.
-¡Hola bonito!-
Una voz grave retumbó por todo el lugar.
Hoseok dio un respingo sobresaltado y giró hacia donde había salido el sonido.
-Dios Namjoon, ¡cubre tu cuerpo!, sabes que no puedo contenerme si te veo asi- gritó con algo de coquetería y lujuria.
El tipo era gigante, o al menos eso pensó Hoseok al verlo. Tenía puesto un pantalón de vestir gris que se encontraba manchado de sangre que seguramente no era suya, y su torso estaba desnudo dejando ver un cuerpo sumamente trabajado.
No es el tipo de hombres que me gustan, pensó Hoseok pero no podía dejar de verlo.
-¿y dime, para que soy bueno?- preguntó volviéndose a ver al tipo que tenía atado en una silla.
-¡Para tantas cosas!- exclamó Jin mientras mordía su labio inferior.
El tipo lanzó una sonrisa mientras Seokjin se acercaba a él, le dio un beso en los labios y entregó una tarjeta.
-Te espero aquí mañana a las cinco de la tarde, no llegues tarde- habló y se alejó de él
-Pensé que me esperarías en tu casa esta noche- dijo mientras prestaba atención a su víctima.
-Veo que estás ocupado, no quiero que te desconcentres- gruñó y caminó a la puerta mientras Hoseok lo seguía.

-Ok ¿qué fue todo eso? ¿Qué me estoy perdiendo?- preguntó totalmente confundido, mientras veía de reojo a su compañero que estaba sentado al volante de su auto.
-El es uno más del equipo- contestó réstandole importancia.
-No me jodas Jin, habla de una vez-
-Te dije que estaba con alguien-
-¿Tu con esa roca?- preguntó con asombro.
-Ya sabes, dicen que los opuestos se atraen- contestó sin quitar la vista de la carretera.
-Ok en otro momento quiero conocer la historia- dijo para seguir lo que quedaba de camino en silencio.
Llegaron al lugar de siempre
-Presentamelo-

KIM NAMJOON

Superintendente de fuerzas especiales
Edad:32 años
Familia: desconocida
Habilidades: Fuerza bruta en exceso, talentos varios en el arte de la tortura.
Alto coeficiente intelectual.
Ubicación: desconocida.

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