I miss you [MYG&JJK&PJM]

Extra: Corazón roto

Llegué a casa cansado, el trabajo me tenía así desde hace semanas y lo único que quería ahora era meterme en la cama con Jungkook mientras nos hacíamos mimos y nos repetíamos lo mucho que nos amamos.

Bostece, dejando mi chaqueta en el perchero y estirandome en el proceso, respirando profundamente el olor hogareño.

Todo estaba oscuro, lo cual me extraño bastante ya que Jungkook a esta hora me espera con la cena o simplemente me espera viendo televisión.

Me dirigí a nuestra habitación y solté un suspiro de alivio al ver a Jungkook durmiendo. Pero al instante fruncí el ceño, él nunca se dormiría antes de que yo llegara.

Pero... no había de que preocuparme, ¿o si?

Ese día me metí en la cama directamente, sin cenar, disfrutando de la calidez que emanaba su cuerpo y de cuanto lo amaba.

Al siguiente día desperté con él todavía durmiendo, lo cual me alivie bastante por el solo hecho de que estuviera ahí.

Me quedé viendo su rostro, su nariz estaba roja y sus ojos hinchados. ¿Él acaso estuvo llorando?.

—Príncipe, despierta—Lo moví un poco y su ceño se frunció, moviendo su nariz en el proceso.

No entendía por qué había estado llorando, él no me dijo que se sentía mal y se supone que tenemos confianza como para contarnos este tipo de cosas. ¿Acaso él no me tenía más confianza?

—Buen día—Me contestó. Se levantó rápidamente de la cama, lo que le producio un mareo que hizo que se sentara nuevamente en la cama, suspirando.

—Ey, tranquilo—Tomé su cintura y besé su hombro desnudo, ya que no llevaba mangas en la remera.

Se apartó lo más rápido que pudo, como si mi tacto le quemara.

—Iré a preparar el desayuno—Salió de la habitación, dejándome perplejo.

¿Qué mierda es lo que le ocurre?

Jungkook estuvo toda la mañana así, evitándome y sin casi hablarme. Pensé si hice algo malo, que le haya molestado o simplemente le haya puesto triste pero ninguna acción mía venía a mi mente.

Simplemente fui a trabajar de mal humor por lo triste que me ponía Jungkook así, sin siquiera hablarme o dirigirme la mirada.

Otra vez llegué a casa cansado, esta vez parecía que todas mis energías se habían ido con el día.

Necesitaba un par de mimos por parte de mi novio y simplemente dormir mientras lo tomo de la cintura y nos besamos con todo el cariño que tenemos el uno por el otro.

Ni siquiera tuve tiempo de dejar mi chaqueta esta vez cuando vi una maleta y un bolso en la entrada.

La angustia se hacía presente en mi a cada paso aunque, no sería nada malo, ¿no?

Vi a Jungkook salir de nuestra habitación, arreglando su arete, pero se quedó de piedra al verme ahí parado esperando una explicación.

—Yoongi—Dijo con sorpresa—Y-yo—Sus labios se hicieron una línea recta, viéndome a los ojos.

Los míos estaban llenos de lágrimas, preguntándome una y mil veces, ¿Por qué?.

—¿Ni siquiera me explicarás?—Le pregunté, mientras el nudo gigante que tenía en la garganta iba aumentando cada vez más.

—Es que no hay nada que explicar—Contestó—Simplemente... tendrías que haberte dado cuenta—Dicho esto se agachó, agarrando sus cosas y dirigiéndose a la entrada.

—¡¿Cuenta de qué?!—Le grité pero él ya había salido. Corrí y abrí la puerta lo más rápido que pude para poder alcanzarlo—¡Jungkook, por favor!—Él se encontraba mirando su celular, por lo que supongo, contactando a un Uber.

Me miró y negó—Yoongi... por favor, no hagas esto más difícil

—¡Te amo! ¡Por favor, no te vayas!—Rogué mientras las lágrimas salían sin parar.

Jungkook vio como el Uber estacionaba. Me miró una última vez, dándome una sonrisa ladina en forma de despedida y sin más, subió.

Lloré demasiado ese día, más que cualquier otro porque el amor de mi vida me había dejado... con el corazón roto.