El Poder Dentro de mi

Capitulo 8: Entrenamiento.

Disclaimer: Los personajes a utilizar pertenecen a CLAMP.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...

Aunque... "las coincidencias no existen, solo existe lo inevitable"

El poder dentro de mí

Capítulo 8: Entrenamiento

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Durante las dos semanas siguientes todo estuvo tranquilo, al menos desde cierto punto de vista, puesto que esas dos semanas para Shaoran resultaron una tortura, aunque sus padres se veían tranquilos y contentos, así que mejor hacia lo que la chiquilla de ojos verdes decía, aunque el creyera que lo que hacía no tenía ningún sentido.

Después de la improvisada reunión en casa de los Kinomoto, la chiquilla puso una 'barrera protectora' en toda su casa, ella dijo que de esa manera quien lo persiguiera no sentiría su presencia y no sé qué otras cosas sobre que no dejaría pasar a los que tuvieran malas intenciones.

La verdad, ese mundo de la magia era muy… peculiar.

Ella le había explicado las cosas más importantes y necesarias que, según ella, debía saber, como por ejemplo, ellos, los hechiceros, se rigen por unas leyes y tradiciones ambiguas que deben ser respetados por todos, tanto por los hechiceros como los humanos con dones como el, esas leyes se hacen respetar por medio del Concejo de Hechiceros que se subdivide en Oriente y Occidente, le explico que cada consejo tiene su sede en Hong Kong e Inglaterra respectivamente y que allí se reúnen los representantes de cada país y de cada Clan una vez por año, o cuando había un problema grave y que cada Consejo contaba con un jefe, pero en esa parte la chica se puso incomoda y cambio de tema, por supuesto él es tan curioso que de alguna manera le sacaría información sobre eso.

Con respecto a él, aun le costaba un poco de trabajo acostumbrarse a eso de la magia y ser un humano con un don, y aun se sentía culpable por haberles hecho pasar todo eso a sus padres, su consuelo era que ahora ellos parecían tranquilos y más contentos que nunca, su madre había pintado las paredes de su casa y había comprado muchas decoraciones también, cosa que nunca hizo en las anteriores mudanzas puesto que no se quedaban el tiempo suficiente para eso, y su padre había modificado una habitación creando una biblioteca bastante amplia y así por fin sacar todos sus libros que tenían guardados en cajas, la casa por fin parecía un hogar.

Volviendo al tema de la chiquilla esa, ella de verdad les había borrado la memoria a los tipos esos aunque después le confesó que había reemplazado la parte del incidente con otra cosa, ella se hizo la misteriosa y no le dijo que puso en sus mentes, ahora la bandita esa cada vez que lo veían lo saludaban con una respetuosa inclinación y le decían cuanto lo admiraban, él se hacia el desentendido y seguía caminando viendo de reojo como los alumnos alrededor susurraban entre ellos, chismosos, pensaba.

- Llegas tarde - suspiro, esa niña lo saco de sus pensamientos.

- Ya se, es sábado que esperabas - dijo como si nada entrando al enorme patio de la mansión Kinomoto, en esas dos semanas se habían reunido a diario en ese lugar para que la chiquilla le enseñara a dominar sus poderes.

- Que llegaras a tiempo o al menos que me avisaras - dijo haciendo un puchero que por alguna razón le resultaba adorable, se sacudió la cabeza, ¿Por qué pensaba en esas cosas? - llegas dos horas tarde, egoísta, dormiste más que yo, me acosté tarde por ti y me levante temprano un sábado por ti - termino con los brazos cruzados y haciendo un puchero mirando hacia otro lado.

- Ya, ya - dijo Shaoran revolviéndole los cabellos a la castaña - lo siento, avisare para la próxima, ¿ahora que haremos?, ¿mas ejercicios de concentración? - dijo con fastidio, durante ese tiempo solo habían hecho eso.