El Poder Dentro de mi

Capitulo 10: Revolviendo el pasado.

Disclaimer: Los personajes a utilizar pertenecen a CLAMP.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...

Aunque... "las coincidencias no existen, solo existe lo inevitable"

El poder dentro de mí

Capítulo 10: Revolviendo el pasado.

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- Veamos - dijo Shaoran recostándose en el amplio sillón de su sala poniendo sus brazos cruzados detrás de su cabeza, mientras Sakura se sentaba en la mesita de te frente a él observándolo.

Los castaños habían decidido ir a casa de Shaoran para hablar tranquilamente y de paso hablar con los padres de este pero Nakuru y Yukito habían decidido tener una noche en pareja por lo que habían salido a cenar a Tokio, sabiendo que su hijo estaba seguro en casa se fueron muy tranquilos.

- En realidad - dijo Shaoran girando la cabeza para ver a Sakura - he estado en el orfanato desde que tengo memoria, después de que cumpliera 5 años mis padres me adoptaron y mi vida fue normal hasta los 10 - Sakura asintió.

- ¿Sabes cómo llegaste allí? - el negó - ¿no sabes nada de nada? -

- Nada de nada -

- ¡Vamos!, ¡algo tiene que haber! -

- ¡Pues no lo hay! - dijo exasperado Shaoran sentándose y mirándola con molestia, Sakura le sostuvo la mirada.

- ¡Si lo hay! Y no me lo quieres decir -

- ¡Te dije que no se nada! -

- ¡Bien! - dijo Sakura levantándose de golpe - ¡me voy! -

- ¡Bien! - dijo Shaoran parándose de la misma forma.

- Espero que alguno de estos días te decidas y me cuentes lo que sabes - dijo Sakura dirigiéndose a la puerta, Shaoran la siguió.

- No hay nada que contar -

- Si tú lo dices - se dio la vuelta y puso su mano en el pomo de la puerta, antes de abrir la puerta se giró y le dio una sonrisa a Shaoran - olvide que mañana tengo que juntarme con Tomoyo, así que mañana no habrá entrenamiento, pero practica igualmente - y se fue.

Shaoran sonrío amargamente, durante el tiempo que se conocían, ella jamás le había mostrado una sonrisa tan falsa como esa, debió haberse molestado mucho pensó.

Subió a su habitación y sacó el pequeño cofre de madera, ese con el dragón tallado sobre la tapa, de ninguna manera le contaría a Sakura sobre el cofre, no quería ni necesitaba saber quiénes eran sus padres biológicos.

Se quitó su camiseta y los pantalones quedando solo con los boxers, se echó boca abajo en la cama, el entrenamiento había sido muy agotador por lo que se durmió casi al instante.

Lo último que pensó antes de dormirse fue que ella tampoco necesitaba saber sobre el tatuaje en su espalda, un enorme tatuaje que había aparecido cuando cumplió 15 de dos dragones entrelazados uno de color verde y el otro de color rojo.

Sakura entro a su casa con un portazo, ese chico la sacaba de quicio, entendía que debía ser molesto y sobre todo debía ser doloroso revolver en el pasado pero ¿tanto le costaba abrirse a ella?

Suspiró.

Con un poco más de paciencia, tal vez…

- ¿Sakurita? - esa voz llamándola la detuvo a mitad de las escaleras, se giró y no pudo contener el grito de felicidad que se escapó de sus labios al ver de quien se trataba.