La importancia de aceptarte.

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Ortorexia: Este trastorno fue definido en el año 2000 por Steven Bratman. Es un término que procede del griego (ortho, justo, recto, y orexia, apetencia), así que ortorexia vendría a significar “apetito correcto”, aunque hoy en día denominamos así a un trastorno que consiste en la obsesión por la comida sana y el ejercicio.

Bárbara estaba nerviosa. Movía la pierna de arriba abajo sin parar, en un ritmo frenético que estaba volviendo loco a Clyde.

— Bebe, relájate, ¿Sí? Esto es lo mejor para ti.

— Clyde, ya lo sé.

Bárbara iba a asistir a tratamiento psicológico.

Los últimos meses habían sido un completo desastre. Su plan de enamorarse de Clyde había fallado de la manera más horrenda que jamás pudo llegar a imaginar. Clyde se había dado cuenta; tampoco había que ser un genio para entender lo que pensaba Bárbara. No era alguien con una complejidad emocional despampanante, Clyde la describiría más como alguien simple con muchas expectativas.
No era solo su necesidad de ser heterosexual —aunque, después de haberlo hablado con Clyde varias veces, Bárbara había decidido aceptar su homosexualidad como una parte más de ella—, si no esas expectativas que la mataban.

Bárbara tenía ortorexia. Al principio la palabra le había parecido una tontería. Eso no la definía. No era lo que le estaba pasando en absoluto, ¿Por qué tenían qué inventarse una enfermedad para hacerla sentir mal? Que tontería. Ella solo quería mantenerse en forma y era muy exigente. Nada más.

— ¿Bárbara Stevens?

La rubia suspiró. Quizás sí tenía algún que otro problema.

— Sabes por qué estás aquí, ¿No? —Su terapeuta era una chica

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— Sabes por qué estás aquí, ¿No? —Su terapeuta era una chica. Tenía una voz dulce y parecía simpática, pero Bebe no creyó que esa fuera la manera de empezar la visita.—

Bárbara aún no lo acababa de entender.

— Porque todos exageran y dicen que no es normal lo que hago.

— ¿Y qué haces?

Odiaba ese tipo de preguntas. Cómo si quisieran meterse en las profundidades más oscuras de su mente hasta encontrar la llave maestra, la solución a todos sus problemas. Un sin sentido que la estaba agotando nada más empezar.

— Ayunos intermitentes, dietas, ejercicio. Mire, esto es ridículo. Clyde estaba exagerando. Soy una persona normal que se preocupa por su salud, punto. Mejor me voy.

— Clyde es tu novio, ¿Verdad? El chico que estaba contigo en la sala de espera.

Bárbara suspiró. No solo tenía que explicarle cosas que no tenían sentido, si no que ahora además tenía que hablarle de su vida privada.

— Es mi ex. Ahora somos amigos. Yo... Yo tengo novia.

Y era verdad. Bebe había encontrado en Clyde el mejor amigo que podía imaginar; la apoyaba incondicionalmente, sin importar la situación. A Bárbara le dolía, en cierto modo. Sabía que Clyde seguía enamorado de ella; de la misma forma que sabía que había comenzado a salir con una chica.

Rojo;; Bebe ((#2🌈))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora