«En las buenas, malas y peores»
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Habían pasado aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos desde que Bakugō comenzó a ignorar rotundamente al pelirrojo que tenía a su lado para sumir el ambiente en un profundo e intenso silencio incómodo para el contrario.
Y si bien Kirishima quería creer ingenuamente que aquello no tenía nada que ver con lo que había dicho y propuesto cuando estaban en las afueras de la ciudad, muy en el fondo sabía que el estado silencioso y arisco que ahora poseía su mejor amigo era causado expresamente por su culpa.
Sin embargo, aún sabiendo aquello no iba a retractarse de sus palabras. Pues él quería lo mejor para Blasty, y si para eso debía persuadirlo u obligarlo a tener un segundo encuentro con Todoroki lo haría. No precisamente ahora ni mañana por supuesto, pero a su tiempo, el cual esperaba fuese más corto que largo, deseaba que el ojirubí pensará mejor en los hechos ocurridos con anterioridad y se diera cuenta por sí mismo que evadir el tema en cuestión no le traería nada bueno a futuro.
Ya que finalmente, plantear y afrontar los problemas de frente era la única forma de cicatrizar y avanzar.
Lástima que Kirishima no siguiera su propio consejo.
—¿Por qué no llamaste? —preguntó Bakugō de pronto captando rápidamente la atención del conductor, quién lo miró de reojo con duda mientras el contrario seguía manteniendo su vista fija en el paisaje de la ciudad a su derecha— Dijiste que si pasaba algo me llamarías, así que... ¿por qué no lo hiciste, pelos de mierda?
Oh, cierto. Lo había olvidado, recién se daba cuenta de ello. Pues la preocupación y sorpresa del instante en que sus ojos se habían encontrado de frente con los heterocromáticos lo nubló, provocando que su cuerpo reaccionara instintivamente a buscar al ojirubí por la plaza para llevárselo lejos de allí. Lejos del pasado y todo aquello que pudiera hacerle daño.
Claro que, fallando estrepitosamente al final.
—En ese momento n-
—¿No lo recordé? —soltó el rubio ceniza entonces interrumpiendo el hablar del ojicarmín con el entrecejo fruncido y un tono sarcástico en su voz que extrañó y alertó al pelirrojo de inmediato— ¿Es en serio idiota? ¿Esa es la puta excusa que se te ocurrió? ¡¿Crees que soy imbécil?!
—¡Claro que no! ¿Por qué me estás diciendo esas cosas? —interrogó el aludido dudoso hasta que casi al instante una ampolleta se encendió sobre su cabeza, haciéndole saber así a lo qué se refería su mejor amigo, provocando que le diera un vistazo incrédulo ante tal descubrimiento— ¿Piensas que yo tuv-
—Detén el auto —exigió Bakugō volviendo a interrumpir el hablar del contrario, sólo que ésta vez, su voz había sido emitida con suma tranquilidad. Una que hizo estremecer inevitablemente el cuerpo de Kirishima al saber lo que dicha tranquilidad en su voz denotaba—. Deténlo ahora, Eijirō.
Y es que si algo había aprendido el hombre con quirk de endurecimiento en todos sus años de amistad con el rubio ceniza, era que escuchar a éste calmado era mucho más peligroso que oírlo enojado.
Por lo que preso de los nervios simplemente frunció los labios y apretó el volante al mismo tiempo en que señalaba a los demás autos de atrás que se haría a un costado para estacionar. Después de todo, sabía de antemano que si se negaba a la “petición” de su mejor amigo en ese estado el contrario no tendría compasión alguna por explotarle como se le viniera en gana, sin importarle en lo más mínimo lo que el resto pudiera decir o pensar al respecto.
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Bésame, bastardo [TodoBaku]
FanfictionEl día que Bakugō Katsuki se atrevió a por fin abrir su corazón, fue el mismo día que Todoroki Shōto tomó la tajante decisión de alejarse de él. Desde entonces, han pasado cinco años. Cinco años donde el rubio ceniza ha luchado por olvidar todo el s...