Alisson Hoffman una joven chica con carácter fuerte, una mirada potente y capaz de cualquier cosa.
Su vida pasada ha sido dolorosa, por lo que en la actualidad es una personas con la capacidad de poderse valer y defender por si misma; y sobre todo...
El día estaba llegando a su fin, el atardecer estaba en su máximo punto, el fresco aire que corre provoca que mi cabello se mueva sutilmente.
Me tomo un momento de reflexión, es una de las actividades mas placenteras o estresantes del día, todo depende de los problemas que tenga cada día.
Llevo caminando un buen rato, una suave melodía suena en mis oídos proveniente de los auriculares que llevo puestos.
Ideas, problemas, soluciones y conclusiones llegan a mi mente, una tras otra, algunas con resultados buenos y otros no tan buenos. Suspiro sonoramente, quito mis auriculares y me siento en una de las tantas bancas que hay en el parque al que he llegado.
Todo esta vacío, no hay nadie; solo yo, el sol se comienza a ocultar para dar paso a la luna llena, me dejo caer suavemente en la banca, quedando acostada pongo mis manos sobre mi abdomen y mi vista se queda en el cielo, donde con el pasar del tiempo puedo ver pequeños puntos brillantes, las estrellas empiezan a hacer acto de presencia sobre aquel fondo oscuro.
Cierro mis ojos fuertemente, de repente.
Un fuerte sonido se escucha como eco por todo el lugar, me levanto rapidamente y empiezo a ver por todos lados, no hay nadie, el sonido proveniente de quien sabe donde no me deja estar tranquila.
- Joder- camino por el lugar a paso lento, veo mi celular y llevo mis manos a mi cabello, sacudiendolo un poco- Maldita sea la persona que envio ese mensaje.
Miro hacia los lados y reacciono, no se donde estoy, camine tan tranquilamente y en mi mundo, que no vi el camino que tome todo este tiempo. Miro la hora, y ya es tarde, la bateria esta por agotarse y no hay nadie que pueda ayudarme.
Camino fuera del parque, trato de buscar una ruta que me lleve a mi departamento, espero no tardar mucho tiempo.
Las calles estan oscuras, solo escucho como las suelas de mis zapatos golpean contra el suelo, mi respiracion es agitada; estoy perdida y mis sentidos estan alerta, la entrada a un callejon esta frente a mi, dudo un momento en si seguir o retroceder y volver por donde minutos antes camine. Pero como todo me vale una mierda, seguí, adentrandome en el callejon, pisadas detras de mi alcanzo a escuchar, giro bruscamente y... nada, no hay nada detras de mi, dudosa sigo adelante. Un fuerte sonido de algo caerse suena y miro a todos lados. De repente, siento un mano tapar mi boca y otra en mi abdomen, pegandome al cuerpo junto a mi, trato de tranquilizarme, pero me es imposible; no puedo ver quien es, y eso me pone nerviosa.
Tomo aire y llevo fuerte y rapidamente mi codo hacia atras, golpeando con él el estomago del sujeto tras de mi. Quita sus manos de mi y con un alarido de dolor cae al suelo sujetando la parte golpeada. Sin perder tiempo comienzo a correr lejos de ahí, con la esperanza de salir de ahí sin un ojo morado o mejor aun.. viva.
Sin poder seguir avanzando una mano estira mi cabello tirandome al suelo rudamente, toco mi cabeza, la cual fue golpeada por el impacto de la caída. Trato de distinguir a la persona frente a mi, pero mi vista es borrosa. Levantada y estampada en la pared, recibo golpes por todo mi cuerpo, no solo es uno, son varios sujetos los que me aprisionan.
- Cobardes, uno solo no puede y viene toda la bola a luchar contra una mujer- logro decir y río burlona. Un golpe a puño cerrado llega a mi mejilla y vuelvo a caer al duro suelo- Hijo de perra.
Siento la sangre escurrir de mi sien, el sabor metálico inunda mi boca. Una mano levanta mi cabeza, dandome la oportunidad de ver a los sujetos frente a mi. Acumulo la sangre de mi boca y escupo, una bofetada gira mi cara y rió.
- Maldita perra, me escupio en la cara- murmuros se empiezan a escuchar y yo solo puedo concentrarme en buscar una solucion para salir de ahí-
- Vamos muchachos, diganme que quieren y largense, estaba bastante bien hasta que ustedes, bola de imbeciles llegaron a golpearme.
Escucho como todos rien y finalmente uno toma la palabra.
- Solo es una advertencia, te sugiero que dejes a ese grupo de niños con el que estas, o de lo contrario, alguien podria salir lastimado- todos vuelven a reir y maldigo en voz baja- adios muñeca.
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