𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗙 ★ 𝗮. 𝗿𝗼𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼 [cancelada]

𝟯. 𝘀𝗹𝗲𝗲𝗽𝗼𝘃𝗲𝗿

annie salió del baño de la habitación mientras cepillaba su mojado cabello rizado, y se sentó en la cama mientras su primo jugaba un videojuego. desde hace unas semanas había estado pasando más tiempo en la habitación de su primo que en la suya. en fin, ellos estaban en la habitación del chico esperando a sus amigos, con quienes harían una pijamada esa misma noche.

revisó su teléfono un rato, hasta que escuchó que tocaron la puerta principal. estaban solo ellos dos en casa, por lo que uno tenía que ir a abrir. se miraron el uno al otro fijamente, pero la puerta volvió a sonar.

— vas tú —dijeron al unísono, pero por desgracia para anne, mattia había sido un poco más rápido—.

ella bufó con molestia mientras se levantaba y mattia le miraba con una sonrisa victoriosa. salió de la habitación a paso rápido, y al estar frente a la puerta la abrió encontrándose con un sonriente kairi, quién a penas la vio se tiro sobre ella, abrazándola. ella reaccionó antes de perder el equilibrio y que cayeran, se rió y le dejó un beso en la mejilla para luego darle a los demás espacio para pasar.

estando ya todos dentro, annie cerró la puerta y luego subió a la habitación seguida por los chicos. cuando todos pasaron, anne volvió a su posición inicial para tomar su teléfono y seguir revisando el instagram a la vez que seguía su conversación con sus amigas, addison, charli y avani. las había conocido gracias a tik tok, red social en la cual se volvía cada vez más reconocida. eran prácticamente las únicas chicas con las ella se llevaba, además de algunas chicas de su escuela, con las cuales sólo compartía un par de conversaciones cortas. prefería más la compañía de los chicos, siempre había sido así.

siguió su plática con las chicas un poco más, hablaban de lo que sea. era algo que le gustaba de hablar con ellas, podían estar conversando sobre cualquier tema y nunca se aburrían. su plática se vio interrumpida por la presencia de alejandro frente a ella. le sonrió antes de que este se sentara a su lado, para en seguida girarse a buscar algo en el interior de su mochila, anne ladeó su cabeza intentando averiguar que buscaba. cuando volvió a su posición inicial, annie vio lo que sostenía entre sus manos, un paquete de doritos. 

— mira lo que te traje —dijo el chico extendiéndole el paquete, que anne aceptó con una gran sonrisa—.

— muchas gracias, ale —agradeció antes de darle un rápido abrazo—.

mis favoritos.

pensó. 

alejandro realmente la conocía bien. abrió la bolsa dejando salir el olor a queso, le ofreció algunas a ale, quién las tomó gustoso. siguió comiendo pero esta vez sin darle más a él, ni a ninguno de los demás. cuando él intento quitarle algunas, ella apartó la bolsa rápidamente. alejandro hizo un puchero antes de hablar.

— hey, dame un poco —pidió a lo que ella negó— ay vamos, yo te las regalé —.

— ¿y eso qué? son mías —dijo resaltando la última palabra—.

— annie, por favoooor —suplicó mientras mantenía su puchero, intentando convencerla—.

—cerró sus ojos con fuerza, para luego abrirlos y suspirar resignada— bien, ¡pero sólo un poco, rosario! —exclamó—.

alejandro asintió repetidas veces como un niño pequeño, para luego tomar un poco de la bolsa y acomodarse de nuevo junto a la chica, quién sonrió al verlo actuar de esa forma. cuando el contenido de la bolsa se acabó, anne se levantó de la cama para tirar esta, y al volver se encontró con kairi mirándola ofendido.

— ¿en serio no pensaste en guardar algo para tu mejor amigo, perra? —preguntó él—.

— este... no —le sonrió antes de volver a acomodarse en la cama junto a alejandro, mientras kairi la miraba con la boca abierta—.

él rió, y luego se lanzó sobre annie. ella rió por igual y lo abrazó, mientras alejandro los miraba divertido. se acomodaron los tres juntos y comenzaron a ver tik toks en el teléfono de la chica. de un momento a otro, ale tomó las manos de ambos y las entrelazó, annie lo miró sonriente y después se acercó a su oído para susurrarle.

— ¿qué pasa? —preguntó manteniendo su sonrisa—.

— nada, sólo... nada —respondió de la misma manera, dándole una de sus mejores sonrisas—.

se mantuvieron así, simplemente mirándose, sonrientes. desde el teléfono de annie sonaba cierta canción, perteneciente a uno de los tik toks que se encontraban viendo, pero ellos no le estaban prestando la más mínima atención. ale admiraba su rostro mientras repetía una y otra vez en su mente lo hermosa que era, y por un momento sintió la necesidad de besarla, pero reprimió sus ganas y sólo disfrutar de su cercanía. 

annie, en cambio, sentía una extraña sensación en el estómago, como si estuviera nerviosa. no entendía porque, es decir, ¿por qué ponerse nerviosa estando con alejandro? tenía una increíble confianza con cada uno de los chicos dentro de aquella habitación, especialmente con él. decidió convencerse a sí misma de que aquella sensación era producto de la gran cantidad de doritos que había comido ella sola. 

kairi notó que los dos no dejaban de mirarse, sabía que había cierta química entre ambos pero cada vez que hacía un comentario acerca de eso a la morena esta le decía que eran ideas suyas, que alejandro obviamente no sentía nada por ella, ni ella por él. cuando vio que ellos aún seguían cerca, carraspeó un poco, causando que se separaran.

— chicos, todos estamos aquí, ¿pueden parar un poco con su amor? —pidió kairi divertido y anne se sonrojó al oír su comentario—.

— sí, por favor, no vaya a ser que terminen comiéndose frente a mi —dijo álvaro, a lo que todos rieron, menos mattia, alejandro y anne, claro está—.

— ay, cállense, idiotas —dijo anne mientras intentaba ocultar el color rojizo en sus mejillas—.

mattia pausó el juego y se giró a mirar en dirección a ellos con su típica expresión seria. el se reía de todos los chistes y burlas que hacían los demás referentes a annie y alejandro, pero hasta cierto punto los toleraba. le había hecho saber a annie desde el primer mes que él no quería que ella saliera con ninguno de sus amigos, y ella, diciéndole que era un acto muy celoso de su parte, simplemente aceptó. pensó que simplemente era una broma, como siempre, y que el sonrojo de annie era por la vergüenza, normalmente le pasaba. ignoró por un momento sus pensamientos de primo celoso y sobre protector para comenzar a reír a la par de los chicos.

el acto de mattia relajó un poco a alejandro, quién creía que este estaba sospechando de lo que sentía por su adorada prima. aún así, siguió disimulando y solo rodó sus ojos para seguido, salir de la cama en dirección al baño. la noche siguió, al igual que su pijamada, en la cual jugaron, se grabaron, comieron y se divirtieron como siempre lo hacen juntos.

[🌻]: heyyy, las saluda noah. siento que esto esta un poquito aburrido, pero espero que a ustedes les guste. lxs amo 💙