Martes: 17:50
María caminaba a la derecha de Leo, por una calle de tierra y en silencio, el ambiente era incómodo, nadie de sus amigas había ido al hogar del chico misterioso, ella sería la primera, quien sabe, tal vez hasta tomarían mates juntos.
A unas diez cuadras de la escuela, se encontraba una casa roja, con rejas negras y un pequeño patio delantero, la casa de Leo.
El chico prosiguió a aplaudir varias veces, María contó unos 8 aplausos antes de que una pelinegra abriera la puerta, ella transmitía paz y bondad con tan solo verla, apenas pasó por la puerta abrazó y beso a la chicuela como si se tratase de una vieja amiga, María se sorprendío, pensó que ella solo se dignaría a verla de reojo y juzgarla en silencio mientras se encontraba en su hogar.La casa por dentro era muy espaciosa, apenas entró pudo ver el comedor y la cocina, separadas por una barra negra y blanca, esos dos colores eran los más vistosos en la habitación, unos metros despues de la mesa del comedor, se podían ver unos sillones blancos junto a una mesita ratona negra, aludiendo a la sala de estar, y un poco más allá, una televisión.
-bueno, sentate que voy a buscar mis cosas.
A la izquierda de la cocina había un pasillo, con lo que se podía deducir que eran unos cuadros en sus largas paredes blancas.
Pasaron corriendo dos niños, eran demasiado parecidos a Leo, pero no debían de tener más de siete años.
-hola. Dijo uno de los pequeños.
-mi nombre es Juan ¿y el tuyo?
-yo soy María
-vos no sos como los otros nenes que trajo, ¿venís a jugar al futbol o a la play?
María se sorprendió, ese chico no parecía de los que jugaban al futbol, más bien, uno que pasaba largas horas leyendo libros, o prácticando algún instrumento.
-No, yo vengo a hacer una tarea
- ¿ vos sos la nena de la casita?
-si, la misma. La chica con coleta prosiguió a guiñearle el ojo al pequeño a lo que éste respondió.
-ah, de vos hablan mucho acá
-¿y qué dicen?
-que sos una...
-¡Juan vamos a jugar al futbol, mamá me dió los guantes!
El pequeño de remera roja salió corriendo en dirección al pasillo, "¿ hablan mucho acá de mí? ¿qué será? Seguramente cosas malas ¿Habrá sido Leo? Tiene cara de tratar mal a la gente pero ¿detrás de sus espaldas? Sus pensamientos pararon de repente cuando sus ojos marrones divisaron a Leo, con una bolsa llena de materiales, sin duda eate proyecto la mantení intrigada y tal vez un poco emocionada pero, ¿una qué? Eran las palabras que comenzaron a brotar nuevamente cuando el chico se acercó
-Bueno, acá están las cosas. El seguía con la misma cara de pan que traía desde la escuela, María aún tenía sus dudas sobre su rostro, sabía que probablemente era por su culpa, pero, ¿sería algo más? Ultimamente no se lo veía al castaño con nadie en la escuela, y desaparecía mucho de su radio en los recreos, no es que lo espíara ni nana por el estilo, solo, la tenía algo preocupado. Para levantar esos animos María esbozó una frase
- ¿y si aprontamos el mate para hacerlo más llevadero? Traje unas galletitas por las dudas.
-vos no venís como invitada a mi casa, venís porque reventaste mi maqueta y todavía yo la tengo que armar de nuevo y vos vas a sacar una nota buena de esto tambien por lo qué, seguramente, haga yo.
María se sintió devastada, sí, era por ella, pero no lo hiba a dejar pasar así como así.
-dame eso. Le quitó de sus manos un papel con lo que parecían ser planos de una casa, ella solo empezó a hablar nuevamente como si todas esas cosas que él había dicho solo fueran humo
-mirá, lo aue hiciste está mal, primero, las lineas están muy chuecas, no importa si es un borrador, vos lo vas a usar para poner las paredes despues y estás puertas no son igual de anchas que estas otras. Hizo una pausa y lo vió para seguir con un - y tu estabas orgulloso de esto, ja, seguramente te lo hubieran hecho hacer de nuevo.
Tomó un lapiz y diseñó una estructura completamente nueva, ante la mirada del chico más "inteligente y aplicado" de la clase, claro, todos cometen errores, pero hablar mal no era la solución y se lo haría saber con el ejemplo.Empezaron colocando el borrador, ahora hecho por María, en un cartón y luego a cortar parte por parte las paredes, empezaron con el primer piso, mientras cortaban María se percató de que Leo estaba empezando a pegar las piezas
-¿que haces?
-no es obvio, pego las cosas
-pero no, es más facil pintarlas antes de pegarlas así es más facil.
Leo la miró anonadado, no se le había ocurrido. Empezóa buscar en la bolsa los colores para las paredes en silencio pero luego se percató
-no tenemos pintura
-¿qué?
-que no tenemos pintura, dios, además de ser torpe eres sorda.
-mira p... En el momento que quiso proseguir, la mujer "alegre" colocó el mate en la mesa donde se habían ubicado los chicos y solamente miró a la pelinegra con una sonrisa, eso era mueca era una total le-decis-algo-a-mi-hijo-y-te-vas-de-mi-casa, en ese momento comprendió qué, tal vez, la persona que hablaba tanto de ella era su madre, y que tan solo se hacía la buena delante de ella para quedar bien.
-tan torpe no soy, traje pintura blanca y negra por las dudas de que el "señor aplicado" olvidase algo, vos te ponés a pintar mientras yo corto ¿dale?
-yo no voy a pintar.
La madre se postró sobre la barra para poder escuchar la conversación más agusto si tener que estar sobre ellos pero un "mamá" la detuvo de poder hacer su cometido, la chica de los brackets aprovechó su oportunidad para hablarle a Leo como ella quería hablarle sin ser intimidada por un adulto
-bueno, entonces yo no voy a hacer nada, es más, voy a romper cualquier cosa que hagas y luego te voy a inculpar, nos necesitamos los dos no te acordas, a mí no me afecta una mala nota pero ¿a vos?
El solo se quedó viendola, nunca la había escuchado poder hablar tan fluidamente, casi siempre estaba pensando en otra cosa y se atoraba o pronunciaba otra letra en vez de la que se utilizaba en la palabra.
Pasaron las horas y empezaron a tomar mates, cada tanto uno sorbía la bombilla ignorando que el agua ya estaba fría, no querían hablar el uno con el otro, a María ya no le emocionaba tanto el proyecto, solo se quería ir a casa.
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perdón rompí tu maqueta
De TodoLeo, el estudiante aplicado, llevó la maqueta que pidió la profesora Martinez en tiempo y forma pero ocurre un desastre; Maria, la alumna más torpe tropieza y rompe la pequeña casa de su compañero. Su profesora, como castigo, los obligará a trabaja...