DekuxTsuyu

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Deku aprovecho uno de los días libres que tenía para ir al parque de atracciones aunque fuera él solo. Gracias a una misión realizada con éxito, tenía bonos descuento para comprar algunos dulces o peluches, no iba a desaprovechar la oportunidad.

—Cuantos peluches de héroes conocidos...¿cual debería comprar?—miraba todos con estrellas en los ojos.

—¿Deku-chan?—pregunto una voz.

Se giró y vio a la joven Tsuyu acompañada de sus hermanos.

—Hola, ¿qué estas haciendo aquí?—pregunto.

—Hoy tenía que traerlos kero, me dieron boletos descuento.

—Ah ya veo, como a mi—dijo con una sonrisa.

—Hermana, ¿este es el Deku del cual tanto hablas en casa?—pregunto uno de ellos.

—Es el que—pero su hermana les tapo la boca.

—Habláis de más...Kero.

—Que bueno es tener hermanos pequeños—comentó el joven peliverde riendo.

—Oye, ¿te gustaría venir con nosotros?—pregunto el más pequeño.

—¡Eso!—dijo el otro.

Tsuyu tuvo un pequeño sonrojo con la idea. Pero no pudo decir nada en ese momento, los pequeños convencieron a Deku para que los acompañase.

—Por cierto Tsu, se me hace extraño verte sin el traje de héroe o uniforme—comento este con una sonrisa.

—¿De verdad?, ¿estoy mal?—se miraba algo triste.

—No, nada de eso—se apresuro a disculparse él.

Jugaron a disparar con el rifle de aire comprimido a pequeños objetivos. Para sorpresa de Deku, a la joven se le daba muy bien y logro un peluche para cada uno.

—Para ti—dijo enseñando un All Might de peluche al joven.

—¿De verdad?, ¡gracias—al esbozar una gran sonrisa y poner una cara tan feliz, Tsuyu noto como se le aceleraba el corazón.

—Bien jugado hermana—felicito el más mayor justo antes de recibir un pequeño capón.

Dieron una vuelta y se compraron una manzana de caramelo.

—Montemos en esa atracción—dijo el pequeño.

—Esta bien kero.

—4 entradas por favor—dijo Deku.

Era una de las atracciones más famosas e innovadoras con muchos descensos y curvas.

—Solo pueden montar de dos en dos—dijo el encargado.

—Yo me iré con mi hermano pequeño, Deku, ¿puedes montar con?—pero no le dio tiempo a decir nada mas ya que estos se metieron en el mismo para dejar a la joven pareja a solas.

—Venga Tsuyu, será divertido y estaremos cerca de ellos—dijo con una sonrisa.

—Kero...

Sentarse cerca del chico le ocasionaba mucha vergüenza.

—¿Tienes miedo?—pregunto este al verle la cara.

—No kero, estoy bien—contesto enseguida.

Tras unas vueltas llenas de gritos, emociones, sintiendo como el alma se le iba a escapar del pecho por tantas curvas, terminaron la atracción con una foto. Deku aprovecho y compró las fotos para que Tsuyu y sus hermanos pudieran tener un buen recuerdo.

La joven miro la foto y vio que había captado un buen momento donde ambos sonreían. Le encantaba poder tener algo así.

—Deku, ven a casa a cenar—dijo uno de ellos.

—Eso, queremos escuchar aventuras de tu parte.

—Deku tiene cosas que hacer—Tsuyu no quería que lo molestasen mas de lo que ya lo habían hecho a lo largo del día.

—Tengo bonos descuentos en pizza, si quieres podemos usarlos.

—¡Bieeeen, pizza, pizza!—cantaban dando vueltas.

—No tenías que molestarte kero.

—No es molestia alguna, me lo he pasado bien con vosotros—dijo alegre.

Pasaron de paso a tomar las pizzas y entraron a la casa de la joven donde se limpió bien las zapatillas. La casa era muy modesta, fruto del trabajo de sus padres y como ella había tenido que mantener a sus hermanos, estudiar y entrenar.

—Realmente eres increíble Tsuyu—se le escapo al ver aquello.

—Gracias—se sonrojo mucho al escuchar aquel halago.

—¿Has escuchado eso hermana?—preguntaron cada uno desde un lado dando un pequeño codazo mientras se llevaban la mano a la boca tratando de contener la risa.

Se sentaron a comer las pizzas, la chica trajo las bebidas y el olor que desprendía estas les hacia la boca agua.

—Buen provecho.

La cena fue muy divertida, después de tanto tiempo cuidando a sus hermanos, estudiando y entrenando, aquello resultaba muy relajante.

—Gracias por las pizzas kero—dijo con las manos atrás y despidiéndose del joven.

—No ha sido nada, podemos quedar otro día si te apetece—comentó.

—Claro.

Al cerrar la puerta, la joven sintió que podía volver a respirar, había estado todo el día nerviosa por la compañía de Deku. 

Poco después regresaron sus padres y como era natural, los más pequeños contaron el gran día que habían tenido.

—Entonces mi niña tiene novio—dijo la madre saltando de alegría.

—No, yo...

—Me alegra saber que has encontrado a un chico. ¡Y encima es ese Deku!—dijo el padre.

Fue tal la vergüenza, que se fue a su cuarto y se tiro a la cama mientras escuchaba las voces de su familia nombrar a Deku. Examinó la foto que se habían hecho y pensó que no había estado nada mal pasar el día con él.

Entonces en su estado de ánimo por las nubes, le mando una foto a Deku en su teléfono de un corazón hecho por su lengua. Era su manera de confesar sus sentimientos.

Cuando el joven abrió la foto y lo vio, se sonrojo levemente.

—¡Deku a dormir!—grito asustando al chico.

—Ya voy.

Él envió la foto del peluche que le había regalado y sus manos formando un corazón. Al verlo, el rubor fue tan fuerte para ella, que cayó desmayada de la emoción.

Sin duda, estaban destinados a estar juntos.


One-Shots My Hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora