Encuentro Inoportuno

Capitulo 8

Estaba a punto de besarme cuando alguien llamó a su puerta y yo me separé rápidamente de él, entró su padre (Pedro)

Pedro: Katia, ¿Te quedarás a cenar?

Yo: Lo tendría que consultar con mi madre, ahora la llamo y le comento..

Pedro: Está bien, si te quedas, luego te llevaremos a tu casa

Yo: Vale, muchas gracias :)

Cuando se fue miré a Adrián, estaba sentado en otra cama, mirando el móvil, yo no sabía muy bien lo que había pasado  minutos antes, estaba confundida... Me gustaba de hace tiempo, pero luego apareció Abraham, más guapo que siempre. Llamé a mi madre para preguntárselo y ella cedió encantada y me dijo que no llegara tarde entonces Adrián fue a decírselo a su padre y me quedé yo sola en su habitación. Observaba todo lo que había en la habitación hasta que oí un ruido y me senté, entró Adrián a decirme que teníamos que bajar a cenar y yo asentí.

Abajo yo me moría de vergüenza, no conocía casi a su padre y seguro que se pensaba que era la novia de su hijo.

Pedro: Bueno hijo ¿desde cuándo conoces a esta preciosidad?

Adrián: Papá, por favor, deja de decir tonterías...

Pedro: Bueno hijo solo te he preguntado

Yo: No pasa nada señor..

Le dije a Adrián que no se comportara así con su padre, que hay que tener respeto a las personas mayores... y él me miró  y me guiñó un ojo, se estaba haciendo tarde y me llevaron a casa, me despedí y me fui a mi habitación a pensar en qué hacer mañana, ¿Le digo a Abraham que estoy bien? ¿O no le digo nada a ver qué hace? No se, muchas dudas, me acostaré y mañana lo pienso que ahora estoy reventada (Pensé para mí) entonces me acosté y vino mi madre a preguntarme qué tal lo había pasado y que si era mi novio y yo obviamente, le dije que no...

*Al día siguiente*

Cuando me desperté, a las 7 de la mañana, me comencé a vestir, era mi último dia de instituto y tenía que ir bien. Me puse unos pantalones cortos de talle alto con una camisa color azul cielo metida por dentro y una vans, me puse pintalabios rosa, me eche rímel y la raya, iba PERFECTA.

Cuando llegué al instituto cada uno podía hacer lo que quisiera dentro del aula, nosotras optamos por ponernos en un corro a hablar, de repente llamaron a la puerta, abrieron y era...