Capitulo 34

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Narra (t/n)
No conseguía el sueño, comencé a moverme de un lado para otro pero era imposible. Trataba de pensar en el plan que tenemos, así estuve como 10 minutos o más.
- ¿no puedes dormir? - preguntó

- ¿estás despierto? - pregunté con asombro

- Te mueves a cada rato

- Lo siento, no puedo dormir - añadí triste

- Tengo hambre ¿tienes galletas?

- Si de chocolate - Jimin salió de la cama y bajó a la cocina. Después de unos minutos regresó con un vaso de leche y galletas

- ¿para mi? - me levante

- No, es para mi. Dije que tengo hambre - bromeó - Toma - me lo entrego luego se acostó en la cama

- Gracias, no se si la leche me haga dormir

- Conversemos ¿de que quieres hablar?

- Mmm no se, de cualquier cosa

- ¿que talla de zapato eres?

- Mmm 40

- Tienes el pie pequeño

- ¡Ay que conchudo! Nunca he visto a un hombre con el tamaño de esas manos, ni siquiera en mujer - añadí enojada 

- ¿qué? Si hablamos de mujer tú sales perdiendo, tienes el cuerpo de mujer y tus rasgos físicos también, ni que decir

- Estamos discutiendo, hablemos de otra cosa - tome un sorbo de leche, trate de calmarme

- Mmm ¿te gusto? - ya lo serio

- Eres muy directo - reí

- Respóndeme - No dejaba de mirarme

- Deja de hacer eso - evitaba el contacto visual

- ¿hacer que? ¿Te incomoda?

- ¡si! Basta  - Jimin agarró el vaso de leche y lo aparto junto con las galletas poniéndolas en la mesa de noche- ¿que haces? - se puso al frente de mi  - ¿que estas haciendo?

- ¿te pongo nervioso? - cada vez se acercaba más , yo intentaba salir de esa extraña posición - ¿por qué intentas huir de mi?

- Jimin para por favor - derrepente el sonido del trueno lo asustó y volvió a meterse a la cama cubriéndose con la cubrecama. Pegue una risa

- No te rías - ordenó

- El trueno me salvo

- ¿puedo abrazarte?

- pero no te aproveches de mi - Jimin me abrazo y no me soltaba - sabes que esto es gay

- ¿que tiene de malo? Sabes que yo soy gay ¿te molesta?

- No me molesta, solo que no estoy acostumbrado a esto

- Pues acostúmbrate y duerme - me dio un beso en la mejilla

A la mañana siguiente sonó mi alarma para ir a la escuela, la apagué y observe a mi izquierda. Ahí estaba Jimin es la tercera vez que duerme conmigo y cada vez que lo veo dormido me atrae sus labios carnosos, si tan solo pudiera decirle la verdad tal vez esos labios se juntarían con los míos cada vez que yo quiera. Me levante de la cama y baje a preparar el desayuno. Jimin bajo después de unos minutos .

- Termina de comer para que vayas a tu casa a ponerte tu uniforme - le serví su desayuno

- No quiero ir - añadió sentándose en la silla

El Chico de Park Donde viven las historias. Descúbrelo ahora