ADICTO ... 2 ✔

CAPÍTULO 30: "PEQUEÑO LÍDER DESPRECIABLE"

Durante toda la tarde, Bai Luoyin estuvo en el taller haciendo ajustes al nueva aeronave. A mitad de su trabajo, todavía tenía que darse la oportunidad de calmar su sed. Cuando llegó, el sol colgaba alto en el cielo, reclamando formidablemente su lugar. Pero cuando salió, el cielo ya estaba cubierto por la oscuridad. Después de lo que pareció un día interminable, su cuerpo parecía haberse retorcido en un avión roto. Aun así, tuvo que arrastrar sus pies cansados ​​de regreso a la sala de investigación para verificar el progreso del proyecto.

Durante todo el tiempo, el teléfono celular de Bai Luoyin había estado acostado en su dormitorio. Cuando regresó y lo levantó para echar un rápido vistazo, notó que tenía entre siete u ocho llamadas perdidas.

¡Mierda! Ya son más de las ocho en punto, ¡la cena debería haberse entregado!

Bai Luoyin rápidamente corrió hacia la entrada y vio una silueta familiar parada allí, esperando pacientemente. La persona giró la cabeza cuando Bai Luoyin le dio unas palmaditas en el hombro, revelando sus orejas muy rojas por haber resistido el clima frío.

"¿Has esperado mucho?" Bai Luoyin preguntó con un tono extremadamente cortés.

La persona que Gu Hai había contratado temporalmente para entregar estas comidas, era Huang. Cuando Gu Hai no tenía tiempo libre para venir, Huang Shun tomaría su lugar.

"No, solo llevo aquí media hora. Gu Zong tiene que trabajar horas extras hoy, por lo que la comida se preparó más tarde de lo habitual."

Dicho esto, abrió la puerta del auto y sacó las loncheras calientes antes de entregárselas a Bai Luoyin.

Un gesto cálido apareció en la cara de Bai Luoyin, "Gracias, y perdón por molestarte."

Huang Shun respondió felizmente; "No es ningún problema en absoluto, este es mi trabajo."

"¿Qué tal si vienes a mi habitación y te sientas? Podemos tener una conversación."

"No hay necesidad de hacerlo" dijo Huang Shun, agitando su mano para amablemente declinar. "También tengo que volver a casa para cenar."

Bai Luoyin sacó dos billetes rojos e intentó meterlos en el bolsillo de Huang Shun. "Perdón por haberte hecho esperar demasiado."

Huang Shun los empujó apresuradamente, "No, no, no ... ¡esto es muy inapropiado! Gu Zong ya me ha dado dinero ... "

"¡Solo tómalo!" Bai Luoyin tercamente empujó los billetes hacia atrás, luego se fue.

Huang Shun quería perseguirlo, pero fue inútil. Inútilmente forzó el dinero en su bolsillo y se alejó en la distancia.

Bai Luoyin felizmente llevó la comida caliente a la sala de investigación. Justo cuando abrió la puerta, algunos ingenieros que estaban charlando, se dispersaron rápidamente y volvieron a sus respectivos asientos. Sin pensarlo mucho, Bai Luoyin regresó tranquilamente a su propio asiento y comenzó a comer mientras auditaba la información del proyecto.

Este momento fue el momento más relajante del día de Bai Luoyin. Todos los días, antes de abrir la lonchera, desbordaba expectación. Esto se debió al hecho de que durante las últimas dos semanas, la comida que Gu Hai había preparado para él, siempre fue única. Todos los días, podía comer algo diferente, la mayoría de los cuales nunca los había probado antes. Rápidamente supuso que se trataba de platos nuevos que habían sido creados por Gu Hai.

En lo que respecta a Bai Luoyin, poder comer y trabajar era equivalente a puro entretenimiento.

El ingeniero que se sentó cerca de Bai Luoyin fue Gan Wei Qiang. Durante los últimos días, este tipo lo había estado observando de cerca y se había dado cuenta de que Bai Luoyin siempre comía de una lonchera. Además, el aroma de esa lonchera flotaba por la habitación, tirando de sus fosas nasales y causando una gran envidia. Simplemente hablando; ese aroma fue suficiente para hacer que una persona muera de antojo.