• Capítulo 13: Buen dia

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Me revolví en la cama por unos segundos hasta que sentí algo duro a mi lado, y era nada más que un Adrian dormido profundamente entrecerrados sus labios. Revise mi móvil que se encontraba en el suelo, para ver si tenía algún mensaje de mi madre o de Alejandra; hum nada nuevo, ya eran las 8 de la mañana así que mejor le dejo un mensaje a la loca de mi madre porque si no ya me la imagino en un carro de policía buscándome por todas las calles.

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Mami: Mamá, estoy bien recién me levanto. De un rato estaré en la casa... te quiero un beso.❤️💋

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Me volví a acostar y me acerqué a su rostro, era tan lindo su piel perfecta, sus cejas muy bien alineadas, unos labios carnosos y un pelo tan sedoso. Me quede admirándolo por un rato hasta que comenzó a abrir sus ojos.

-Ey buen día-me dijo con voz adormilado.

-Buen día.

Se acerco lentamente para unirnos en un beso tranquilo y tierno. Luego de eso nos levantamos para irnos a duchar además de ponernos ropa limpia... cosa que no tenía entonces se ofreció a darme la suya, no tuve otra opción que ponerme un jean claro con unas botas junto con una camisa de cuadros rojo y negro, sin mencionar el hecho que todo me quedo enorme...pero de alguna manera me gustaba.

Desde ayer que me menciono el hecho de presentarme a su familia comenzó a rondarme muchas preguntas, además creo que el único en poder respondérmelas es el.

-Adri-an -lo llame.

Se encontraba revisando su móvil junto a mí en la cama, ya estábamos listos solo esperábamos el llamado de su madre.

-Dime amor- me encanta cuando me dice así- ¿Qué pasa?

- ¿Tu familia saben que te gustan los chicos? -le pregunto - c-claro además de las chicas.

-No, que recuerde... no, nunca les he comentado-me respondió- veremos su reacción. -me dijo sin ninguna expresión, para luego volver a concentrarse en su móvil.

No esperaba esa respuesta, porque en vez de tranquilizarme me puso más nervioso, que pasaría si no reaccionaban de buena manera y me terminaban echando de su casa o algo peor le contaban a mi madre, mejor ni imaginárselo.

Sentí una mano recorrer mi rostro, poso ambas manos sobre mi nuca, para luego sentir sus labios hundiendo en un beso profundo.

-Vamos, que mi madre me está llamando-me dijo, para luego pararse y extenderme la mano-No tienes por qué preocuparte, son buenas personas y.... tienen una mente un poco abierta a estos temas así que guarda la calma, además relaja ese hermoso rostro que cuando piensas mucho arrugas tu cara y pareces un gatito enojado.

-No arrugo mi cara- le dije.

Le tome la mano y salimos juntos de la habitación, bajamos las extensas escaleras mientras que reíamos de lo torpe que puedo ser ya que me tropecé no dos ni tres sino cinco veces al bajar las escaleras.

-Nunca has pensado en colocarte lentes-me dijo en tono de burla-sería una buena opción.

-Calla y baja rápido-le dije fulminándolo con la mirada y luego unirme a su risa.

Seré sincero, a mí también me causa risa, soy muy torpe desde que nací. Nunca puedo hacer un deporte sin que me llegue a lastimar.

-Cariño con quien ríes tan agust...-pregunto la madre de Adrian-O ya veo es el niño lindo de la vez pasada; qué bueno que mi hijo te haya invitado a dormir a la casa.

Un Amanecer JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora