• Capítulo 18: Visitas inesperadas

2 1 0
                                    

-Que mierda haces aquí – respondí con coraje, no pensaba intimidarme por él.

-LÁRGATE DE MI CASA – grito mi madre, puso su brazo en mi cintura y me dejo detrás de su cuerpo – JURO POR LO MAS SAGRADO QUE TE BOTO A PATADAS.

El solo tenía su estúpida sonrisa, que en cierto punto hasta escalofríos daba, este hombre era mucho mas alto que yo casi de la misma altura que Adrian, llevaba puesto un traje muy fino que resaltaba sus trabajados músculos, su tono de piel era igual al mío, llevaba el cabello muy bien peinado, sus ojos color negros muy intensos que trasmitían su odio e ira hacia nosotros.

-Vengo en son de paz – comenzó a hablar – solo pase a saludar, además de preguntar si ya les llego su... regalito. Saben que no van a poder contra mí, tengo todo muy bien controlado, además de una que otra sorpresita.

Aparto a mi madre con su mano para poder colocarse delante mío, yo solo lo miraba con ira, su mano la coloco en mi mentón, y con un fuerte manotazo me lo quite, cogió mi hombro muy fuerte haciéndome chillar, luego me soltó.

-Tendré mucho tiempo para hacerte más cosas – me miro de pies a cabeza – creciste, ya no eres tan indefenso como... antes, solo te advierto ten cuidado con lo que haces, que puede ser que juegue en tu contra.

Luego de decir eso se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia un auto negro.

Mire a mi madre quien se encontraba mirando el piso, sin ningún tipo de emoción, siento unos brazos rodearme.

-No te preocupes pequeño, yo me encargare que no te pase nunca nada – le dije a Ariel para que no llorara más.

*********

Estaba sentado en el comedor de la casa, era una mesa de vidrio y madera muy moderna con 5 sillas, a mi costado estaba mi madre y en frente nuestro teníamos a un señor regordete de unos cuarenta y algo de años, llevaba puesto un traje de color azul oscuro, su cabello muy bien peinado además que llevaba lentes muy gruesos que hacían sus ojos pequeños.

-Nos estas diciendo que no tendremos mucho tiempo para planear una buena estrategia – dije ofuscado – entonces porque lo contratamos.

-No me mal entiendas, no está todo perdido, quiero que me comprendan se me hace muy difícil planear una buena jugada – centro su mirada en unos papeles que llevaba en mano – haré todo lo posible, ahora ¿cómo fueron tus agresiones?, como sucedió fueron graves en ese tiempo cuéntame, quizá nos ayude en algo.

-No solo me agredió, me violo y me torturo - me estremecí de solo recordarlo – pero eso sí, si el juez dictamina que mi hermano tenga tiempo compartido, yo voy con él, has todo lo posible para que en el supuesto caso pase, vaya junto con mi hermano.

-No puedo permitir darle mis hijos a ese mal parido – hablo mi madre.

Luego de mucho tiempo conversando, nos pidió nuestros datos y su última recomendación fue que nos preparemos para cualquier resultado.

-Mami, ¿porque nos odia? – le pregunte.

Realmente estoy cansado de todo por esto así que sobo mis ojos y respiro profundo, quiero despejar algunas dudad sobre esto y una de ellas es que no encuentro motivo a su odio, nunca fuimos la familia perfecta pero tampoco note algún indicio de sus agresiones o su ira; mi madre y yo nos encontrábamos sentados en el sillón, Ariel seguía encerrado en su habitación desde la visita de nuestro padre, por lo que decidimos que sería bueno que tenga un momento a solas, y pueda asimilar toda esta situación.

-Cariño, el es un hombre con muchos... no demasiados defectos, es controlador, impulsivo, machista y hasta puedo atreverme a decir que tiene algo de psicópata, cuando quede embarazada de Ariel fue por culpa de una violación de el hacia mí, tu nunca te enteraste de nada porque siempre llegábamos a ocultártelo para no dañarte, además tiene la estúpida idea que todo lo que entra en su mundo le pertenece, y todo ese daño que te provoco es porque el en algún momento de su vida, sus padres hicieron lo mismo con él, te preguntaras como, bueno pues para llegar hasta donde se encuentra ahora tuvo que pasar por mucho, el era un niño de campo, su padre araba la tierra y su madre se encargaba de las vacas, su padre era un alcohólico...cuando llegaba a su casa golpeaba a su madre luego de eso la violaba, cuando no satisfacía sus necesidades con ella, lo obligaba a él. Su historia es complicada, yo me llegue a enterar de eso cuando ya estaba Ariel grande, ahora que recuerdo fue justo ese día que todo se terminó. Me confeso que se le hace imposible parar sus maltratos y que una voz dentro de su cabeza le dice que debe de hacer daño y destruir todo a su paso, realmente me pareció ridículo, además de ser una justificación absurda, le recalque que nos íbamos, pero antes dijo que si salíamos de ahí nunca más regresaríamos y que desde ese momento nuestras vidas serian un calvario.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 07, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Amanecer JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora