• Capítulo 14: Aparición

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Ya habían pasado muchos días desde la salida con Adrian y ahora me encontraba estaba sentado en la sala con mi madre y mi hermano, cada uno haciendo sus cosas; mi madre estaba trabajando en su portátil, mientras mi hermano miraba tele y yo estaba boceteando cosas sin sentidos.

-Ariel, retírate un momento por favor – le dijo mi madre rompiendo ese silencio que había entre los tres. – tengo que hablar con tu hermano -con una mirada seria.

-Vale – respondió, para luego irse a su habitación.

-Ven cariño siéntate aquí- dio dos palmadas al lado de ella.

Sin decir ni una sola palabra hice caso a su petición y fui a sentarme cerca a ella. Sus facciones muy serias, me hacían pensar lo peor, con eso me refiero a quizá cabe la posibilidad de que se halla enterado lo que pasa con Adrian y salir del armario en esos momentos solo me horrorizaba.

-¿Q-que ah pasado mamá?-le pregunte tímido.

-Cariño, quiero que estés lo más tranquilo posible, antes que todo quiero que sepas que siempre estaré contigo y tu hermano - dio un respiro - no dejare que te pase nada malo.

-Mamá me estas asustando- le dije aún más nervioso que antes.

-Tu... tu padre apareció – dijo – y quiere la custodia de ambos.

Me recorrió un escalofrió por todo mi cuerpo quedándome inmóvil por un buen rato; el hombre que nos hizo tanto daño, la persona a quien mas detestaba y llegara a tener el sentimiento tan grande de odio, volvió aparecer.

La última vez que mantuvimos una conversación fue desde aquel horrible día en el cual hasta ahora no podía parar de tener pesadillas.

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-Alo...

- ¿Hola? - dije algo cohibido- ¿Papá?

Ya era la tercera semana en la cual no mirábamos a mi padre después de haber golpeado a mi madre. Al parecer tuvieron una discusión muy fuerte, mi hermano de dos años y yo solo escuchábamos dentro de la habitación, cuando de pronto entro mi madre avisándonos que nos íbamos a mudar de casa, al mostrarme su rosto con una fingida sonrisa tratándome de tranquilizarme pude darme cuenta que de su labio discurría mucha sangre y tenía un gran moratón en su ojo. Desde ese momento por primera vez en mis 10 años odiaba a una persona, mi propio padre que irónico.

- ¿Como estas? – me dijo esa voz que podía reconocer a kilómetros- como te trata la loca de tu madre o quieres que le dé su merecido otra vez- comenzó a reírse de una forma muy rara.

-Tu no eres nadie para que me digas esas cosas, t-tu no me vuelvas a llamar-le dije- olvídate que existimos.

-- - – me contesto- nunca los dejare ser felices, si no los tengo a mi lado ustedes nunca serán felices.

Mi corazón comenzó a latir cada vez más fuerte y mi abuela me arrebato el celular.

-Tu eres una abominación de persona-le dijo- mientras mis nietos y mi hija estén conmigo nunca escúchalo bien nunca les podrás hacer nada. Olvídate de ellos, estas enfermo date cuenta. - luego de eso colgó el celular.

-Abuela por que me dijo esas cosas- le pregunte.

-No hijo, no pasa nada - me respondió- solo recuerda que como en todo cuento siempre existe el villano y en este caso por mas que nos duela esa persona es tu padre.

Un Amanecer JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora