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Su mente volaba a más no poder, sentía como si alguien lo estuviera viendo ahora mismo, como si algo le quisiera advertir de lo que se avecinaba.

Su esposo llevaba secuestrado ya una larga semana y las amenazas no pararon, la gente gritaba por una respuesta, al igual que los putos chismosos de los reporteros lo atacaban con filosas palabras.

"¿Sabe dónde está el joven Perú?"

"Se dice que en verdad solo estuvo con él por lo beneficiado que saldría, ¿Eso es verdad?"

"¿Acaso en verdad lo hicieron por su culpa?"

"Están comentando que el primer sospechoso es usted, ¿Qué opina al respecto?"

"Dicen que el joven Perú sufría de maltrato doméstico, ¿Puede confirmarlo?"

"¿Es verdad que usted estaba metido en mafias?"

"¿Usted es quien lo secuestró en verdad?"

Las preguntas nunca paraban y cada día, eran más, se reproducían como unos putos conejos.

Su celular resonó en la oficina, acabando el silencio y cambiando a un ambiente algo incómodo, soltó un sonoro quejido, agarrando el aparato y contestando, sin notar quién era.

— ¿Hello? — habló irritado el estadounidense, tantos problemas acumulándose ya lo estaban estresando, más de que lo que estaba...

— Hola USA... — y justo en ese momento, en ese mismo momento, su cuerpo tembló, su respiración se cortó y sus ojos se cristalizaron.

Era... Era como un jodido juego, un muy mal juego que le atormentaba, y de verdad que quería acabarlo de una buena vez, pero...

Era tan divertido verlo angustiado que hasta se excitaba.

— ¿Pe-Perú? — el mundo a veces no tiene sentido, pero algo debe ser seguro.

Yo no estaba bien en ese momento.

Pero en cambio usted sí, muy feliz y alegre, creyendo que todo estaría bien para mañana.

Tu error es confiar.

Mi error es hacerte feliz.

¡Y AHORA ESTAMOS ATRAPADOS!

Ahora, dime cariño...

¿Dónde te encuentras?

Nada es lo que parece cariño, Mango volvió y con muchas ganas de derrumbar tus iluciones :)

¿𝐃𝐨́𝐧𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐬? > UsperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora