Episodio 3

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Les traigo el tercer episodio de esta novela, espero les guste. Disfruten.

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El tiempo paso mas rápido de lo que pensé y ya nos encontrábamos dentro del parque, primeramente nos paseamos para ver que era lo que quería Jorgen, y al final decidió por querer entrar en una zona especial donde niños eran cuidados mientras jugaban en juegos o hacían una que otra actividad que quisiera el niño, el encargado nos dijo que podríamos volver en media hora por Jorgen y podríamos pasearnos como pareja en ello, Bill acepto pero viendo lo preocupado que estaba yo por dejar solo a mi niño, le dejo un numero al encargado por si Jorgen se aburría y no bastando con ello dejo a uno de sus hombres vigilando a Jorgen. Entonces Bill me tomó por la cintura y empezamos a caminar por el parque, el silencio nos inundaba a los dos, pero no era incomodo, sino cálido, decidimos sentarnos en unas bancas con vista a los juegos, Bill hizo que me pegara lo mas possible a el, haciendo que casi me sentara sobre el, y yo solo recargue mi cabeza en su pecho, inhalando su colonia, Bill paso su brazo por mi cintura dejando suaves toques y besó mi frente.

-Adelgazaste demasiado...-

-...Cuando Jorgen nació, me dejo tan débil que enferme y estuve en cuidados intensivos, estuve una semana en el hospital amamantando a Jorgen solo cuando las enfermeras lo pedían y me encontraba bien, al final me dijeron que tomara vitaminas para fortalecer mi cuerpo y que no decayera, pero cuando salí del hospital estaba tan atento a Jorgen que no me cuidaba a mi, pero un amigo mio ayudo a ponerme bien de nuevo ya que después de irme de Nueva York y estar tan mal después del parto decaía muy rápido...-

-Ole, mírame a los ojos...-

Yo así lo hice, sus ojos eran penetrantes y con aquel tono tan serio que me gustaba me dijo, acariciando mi barbilla.

-Desde ahora no te dejare ir, y puede que tu no entiendas el porque mate a Bruno pero todo lo que hice ese año contigo e incluso hasta el día de hoy, a sido por ti y nada mas por ti, porque desde que te vi en aquel aeropuerto y tomé tu maleta para que pensaras que te equivocaste, me cautivaste...Con tu acento tan lindo, tus ojos tan inocentes, esa actitud tan amable y frágil y claro como no olvidar las pecas que llenan todo tu cuerpo, me sedujiste sin darte cuenta, y esta es la consecuencia de ello, que nunca te dejare ir.-

Era poco decir que estaba sorprendido o impactado, mi rostro estaba rojo y mis ojos se encontraban de un momento a otro aguados, a punto de llorar, era raro que Bill se pusiera sentimental o dijera cosas como ellas, tan dulces, así que lo único que hice fue acercarme y besar su labios viéndolo a los ojos, el los cerro y poniendo la mano en mi nuca hizo el besó mas profundo, yo pase mis brazos por su cuello y olvidando donde nos encontrábamos me subí a una de sus piernas, profundizando mas el besó y empezando a restregarme contra la pierna de Bill, gracias a su gran abrigo el cual traía puesto, no se notaba mas que el besó que nos dábamos, pero Bill por debajo del abrigo empezó a acariciar mi cintura y meter su mano en mis shorts sobando mi miembro, yo me sobresalte y rompiendo el besó para recibir aire, pose mi cabeza en su pecho y lo miré sonrojado tratando de pararlo de que me tocara ahí.

-Mmmh Bill...para...-

-Tu me provocaste lindura no lo olvides...-

Bill siguió tocando y masturbando mi miembro cada vez mas rápido haciendo que empezara a gemir quedito y apretar mis ojos fuertemente, empezó a lamer mi oreja y cuello, mordió mi clavícula y llevándome por la calentura baje mi mano a su pantalón y abriendo su cierre empecé a masturbar su inmenso miembro, Bill empezó a masturbar mas fuerte mi miembro y decirme guarradas en el oído por haberle agarrado su miembro.

-No sabía que estaban tan desesperado lindura, ademas de mojado tomas lo que quieres, je. -

-Mmhh Bill...has que me venga...¡nnnh! -

El americano y su danésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora