Dark Moon | Liam Dunbar| (Teen Wolf)

31- La Bestia de Beacon Hills, una maldad pura y verdadera

La bestia de Beacon Hills

-- ves porque no quería dejarte ir?, No era seguro. Mira como estás. Escucha a Stiles, siempre, escucha a Stiles -- repetía al castaño. No ha dejado de regañarme desde que llegamos a mi casa. Kira y Scott estaban en la habitación del segundo mientras Stiles, Braeden, Malia y yo no habíamos quedado en el pasillo.

-- si, ya entendí. Concentrate Stiles -- pedí perdiendo los estribos. Señale con mi cabeza la puerta de la habitación de Scott, él rápidamente se acercó a esta pero al mismo tiempo sólo cerró la puerta y regreso con nosotras.

-- qué?, qué?, qué hice? -- pregunto con cada pasó que daba. No entendí la situación así que mire a la Coyote y la mercenaria buscando respuestas.

-- dile -- le pidió la morena. Me tense. Algo andaba mal. Malia suspiro antes de hablar.

-- ¿sabes que mi madre quiere matarme? -- Stiles asintió -- ¿y también quiere matarte a ti?-- volvió a interrogar. Mire al castaño preocupada y él a mi antes de mirar a la castaña.

-- bu-bueno, e-eso me desconcierta. Tal vez necesite un arma -- opino. Las tres nos miramos dudosas. Stiles y un arma no era algo que combinara, Pero tenía un punto. Malia miro a Braeden, yo sólo hice una mueca por la decisión que la cambiante iba a tomar.

-- no te daré un arma -- afirmó la morena en desacuerdo.

-- tú tienes un arma, la loba del desierto que intenta matarme también tiene un arma. Creo que es justo que yo tenga una -- debatió.

-- dásela -- pidió Malia a la mercenaria. Esta última me miró pero yo solo me encogi de hombros. La morena en un suspiro le quito las balas a la pistola que traía y se la lanzo. Como era de esperarce a este se le resbaló de las manos y la dejo caer.

-- no necesitas un arma -- afirme mirándolo sería.

...

Después de la recuperación de las heridas de Scott y la interrupción de Corey en nuestra casa esa mañana. No podía creer lo desesperados que debíamos estar para aceptar el plan de Scott. Bueno, considerando que Mason está en manos de los doctores ahora y pueda estar en peligro sobrepasa el hecho de el orgullo de todos.

-- que tan tontos somos para hacer esto?-- pregunto Liam caminando rápido a la par de nosotros por el pasillo.

-- no somos tontos, estamos desesperados -- lo corrigió Scott

-- tontos y desesperados -- corregí a ambos.

-- bueno, ¿qué tan desesperado? -- volvió a preguntar. Sé lo angustiado que está por Mason.

-- increíblemente -- respondió al llegar a la puerta de los vestidores del equipo de lacrosse.

-- por desgracia -- susurre una vez entramos. No me hacia gracia tener que volver a ver a aquel rubio.

Me había sentado en una de las bancas junto a Scott y Liam. Estos últimos seguían de pie mirando a Theo con desconfianza.

-- te dije que terminariamos en el mismo bando -- comentó Raeken con su sonrisa imborrable.

¡te aseguró que un golpe en la cara te borrara esa estúpida sonrisa!

Me metí en su mente. Sonrió aún más

-- que tal si te golpeó para recordarte que no -- respondió Liam con notable enojó. El rubio y su habilidad para decir lo que yo pienso.

-- amo a este chico -- exclamó divertido.

-- Yo no -- está vez la que hablo fue Tracy, ella estaba recostada en los lockers. La mire con desprecio.

-- tú a mi tampoco me agradas, largatija gigante -- comenté sonriendo ante mi insulto. La castaña me miró molesta.