Capítulo 0

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Una noche de diciembre. Bastó una noche única de niebla y un tenue rayo de luna para que Tamara se rompiera en mil pedazos.

Había presentido que algo pasaba durante toda la tarde. Por eso, rechazó la propuesta de sus amigos de irse a cenar y prefirió volver a casa. El frío se colaba por sus pulmones y apenas podría vislumbrar nada debido a la niebla. Ya eran las ocho de la tarde y era noche cerrada. Tal vez sería por eso, o por el mal tiempo que hacía, por lo que no había nadie en la calle. Sus botines eran lo único que se escuchaba resonando por el eco, lo que le daba un aire todavía más tétrico. Sentía una opresión en el pecho, como si su corazón le advirtiera de algo, cosa que le inquietó tanto que comenzó a caminar más rápido. Llegó a la puerta de su edificio prácticamente corriendo, con aquella horrible sensación de angustia cada vez poseyendo más su cuerpo.

Ignoró el ascensor y subió por las escaleras de dos en dos, tampoco suponía un esfuerzo muy grande porque vivía en un segundo. Llegó al apartamento que compartía con su novio Marcos y sacó las llaves apresuradamente. Las manos le temblaban. Se le cayeron al suelo. No sabía por qué tenía tanto apremio para llegar a su casa, sabía de sobra que su novio no estaría a esas horas. Era enfermero y le tocaba turno de noche. Pero cada vez tenía peores presentimientos, así que recogió las llaves, las introdujo en la puerta y entró.

Como era de esperar no había nadie en casa y estaba todo a oscuras. Un tímido y tenue rayo de luna, luchando contra las tinieblas de aquella noche, traspasaba la ventana como única iluminación. Una vez prendida la luz, se dirigió su cuarto a cambiarse. Allí vio una caja y una nota sobre la cama, meticulosamente colocadas. Se acercó poco a poco sorprendida. De pronto temió haberse olvidado de su aniversario, pero luego cayó en la cuenta de que era en marzo. Tampoco podría ser su cumpleaños, porque ella era de febrero. Abrió la nota primero, encontrándose la letra de Marcos. Estaba bastante marcada y parecía haberse escrito con prisa.

Mara, he estado ignorando mi corazón estos últimos meses. Y ha llegado a un punto en que estoy desbordado, y como resultado ha sucedido esto. Estos últimos días tengo el deseo de algo más. Tengo una necesidad cada vez mayor que no sé cómo combatir. Cada vez nos siento más alejados desde nos enteramos de que no podías tener hijos. Aún sabiendo que era la ilusión de mi vida estaba dispuesto a olvidarla por ti, Tamara. Pero no estabas, tu cuerpo estaba a mi lado, pero tú cada vez más lejos. Sentía que me evitabas, y apenas podías mirarme a la cara. Pensé que necesitabas tiempo para asimilarlo, intenté comprenderte. Así que te di tu espacio, comencé a coger más turnos nocturnos para apenas coincidir. Tal vez no fue la decisión más acertada, porque en vez de dejar respirar a la relación, se fue congelando cada vez más. Tengo que ser absolutamente sincero contigo, porque no me lo podría perdonar. En esos turnos nocturnos conocí a alguien. Se llama Ana. No la había conocido antes porque solo trabaja de noche. Nunca había imaginado que pasara algo entre nosotros, pero así ha sido. Ella fue un apoyo cuando pasamos por toda esta situación. Intentó aconsejarme, intentó ayudarme a comprenderte. Yo esperaba que te dieras cuenta de mis esfuerzos, de que yo también necesitaba que tú pusieras de tu parte. Pero no lo hiciste. Hace un mes llegué a entender que me había enamorado de Ana. No es tú culpa Tamara, tampoco es mía. El amor no entiende de situaciones ni de tiempo y decidió llegar en el peor momento. Y aunque no lo creas te sigo queriendo, pero no del modo en que necesitas que te quieran. 

La vida ha dado muchas vueltas. Seis meses antes de que sucediera todo iba a cumplir una de las ilusiones de tu vida. No pude llegar a llevármelo. Porque a pesar de nunca llegar a entregártelo, siempre fue tuyo.

Por favor espero que lo entiendas y que en algún momento llegues a perdonarme.

Cuídate mucho

Marcos

Su respiración se aceleraba, la garganta contenía un grito y estaba a punto de salírsele las lágrimas. Tomó la caja con delicadeza, como si fuera una de las reliquias más antiguas y valiosas que pudieran haber existido. Y así era, porque fuera lo que fuese que había dentro de esa caja ahora formaba parte de un pasado que no iba a volver. Y la abrió con miedo, y el miedo decidió quedarse.

El grito que estaba conteniendo se convirtió en sollozo cuando su mirada se clavó en un anillo que tenía inscrito «Cásate conmigo» .


Hola caracola

Aquí tenéis el inicio de un proyecto que afronto con mucha ilusión. Esto es como los problemas del año nuevo, así que no prometo nada, pero intentaré subir un domingo cada dos semanas. Digo domingo por decir un día porque tengo que ver como cuadro mi horario.

Pd: Siento si os salen tantas notificaciones de publicación, odio el corrector de Wattpad.

¿Qué le pasará ahora a Mara?

¿Volverá a saber de Marcos?

¿Quién crees que ha actuado de manera incorrecta?

¿Qué creéis que pasará a continuación?

Nos leemos prontito. Muchas gracias por pasaros por aquí.

 Muchas gracias por pasaros por aquí

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Cicatrices: Huellas en las historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora