Capítulo 3.

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En eso Izuku descubrió a quien lo estaba siguiendo, era el amigo que hizo ayer.

— Oh eres tú — Dijo Izuku.

— Hola Deku — Saludo Bakugou.

— ¿Estabas espiandome? — Preguntó Deku.

— ¿Quién? ¿Yo? Claro que no — Dijo Bakugou.

— ¿Y que hacías entonces? — Preguntó el pecoso.

— Estábamos paseando por aquí — Dijo el cenizo.

— ¿Estábamos? — Preguntó Izuku a lo que de la chaqueta de Bakugou salió el gato de dos colores — Ah ya entendí.

— Ya vez, no te estábamos espiando Deku.

— Y no me llamo Deku, es Izuku — Corrigió.

— Aún así te llamaré Deku — Sonrió burlón.

— Entiendo, entonces yo también te diré un apodo si me sigues llamando Deku.

— Haz lo que quieras Deku — En eso miró unos segundos el palacio rosa y luego a Izuku — Te digo algo, yo nunca he estado dentro de este lugar.

— ¿Qué? — Dijo Deku confundido.

— La abuela y la bruja me matarían si se enteran que entré, la bruja por qué cree que me meteré en problemas y por qué la abuela no quiere — Dijo Bakugou.

—  ¿Y por qué tú abuela no quiere que entres...Kacchan? — Preguntó aquello diciendo con un poco de burla lo último.

— Que gracioso — Dijo con sarcasmo por ese apodo que le dió Deku — No, es que la abuela cuando era niña vivía en esta casa y tenía una hermana gemela, un día ella desapareció, sin dejar rastro, creían que la habían secuestrado.

— ¿Que? — Dijo Izuku asombrado en ese detalle — ¿Secuestrada?

— Si — Dijo Bakugou pero en eso el gato de dos colores miró con desconfianza al muñeco de Izuku que yacía en la ventana observándolos.

En eso se escuchó a dos señoras llamando a Bakugou, el cual dió un largo suspiro cansado debido a eso.

— Bueno, debo irme, nos vemos Deku — Dijo el cenizo alejándose del lugar al igual el gato.

— Adiós...Kacchan — Dijo burlón a lo que el cenizo alcanzó a escuchar.

Luego de eso Izuku al caer la noche pudo escuchar el mismo sonido que provenía de la puerta secreta y nuevamente entró en ella

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Luego de eso Izuku al caer la noche pudo escuchar el mismo sonido que provenía de la puerta secreta y nuevamente entró en ella.

Ya con menos miedo entró como si nada yendo a la cocina donde estaba su otra madre preparandole más Katsudon.

— Hola cariño — Saludó la otra Inko.

— Hola — Saludó Izuku un poco amable y tímido a la vez.

Izuku Y La Puerta SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora