Síntomas de realidad.

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Narra Samuel.


Caminar ya era la única opción; cada vez lejos de donde papá me decía pertenezco pero también cerca de donde debo estar.

Seguía siendo muy oscuro, quise iluminar el camino, dejar salir finalmente todo lo que siento en libertar pero sigo con las palabras de papá: -Solo confía en ti, no dejes ver quién eres. No todos quieren el bien para otros que no sean ellos.

Aquellas palabras giraban, no tengo idea de cuantas veces las escuché, trataba de pensar en otra cosa pero lo único que provocaba era sacar gris de las manos, las nubes se tronaban casi ya transparentes pues empezaba a manifestarse el color gris como neblina en cada paso que doy es este bosque.

Evitar pensar todo lo que he perdido por estar encerrado no es que me haya hecho una persona muy cuerda, reía por dentro ya que no creo que exista alguien que tenga una felicidad absoluta.

Quería dejar de pensar en papá pero no podía, sacarlo por tristeza no es igual como estar en el refugio, acá de vuelve más amplio en vaivén de emociones que nublan la concentración y los colores empiezan a hablar por sí solo.

Decir que todo fue malo en el encierro es mentir pero no es que agradezca su decisión en totalidad, supongo que de nada sirve perder tiempo en eso que jamás podre cambiar. Suspire.

Escuchaba la patrulla.

-Que es toda esta niebla?

Escuche mencionar a un policía.

No dejaba de manifestar aquel color sobre lo que sería los pasos que aún no he dado.

-No recuerdo haber visto algo así antes...

Diría otro al pasar su mano casi por unos 5 metros para entrar al bosque.

Seguí en silencio ya que los veía con claridad absoluta, sus colores son diferentes, como el aura que cubría a papá pero las de ellos no son tan brillantes.

-Y qué hacemos?

Dijo el primero al sacar su intercomunicador.

-Es una niebla, es algo natural, no es que debamos notificar algo que quizá ya mismo se disipa.

Menciono el segundo al regresar a la patrulla y apagar la luz de la patrulla.

-Tienes razón, este día ya ha sido demasiado.

Los vi alejarse.

Parece que esta parte de la ciudad esta desierta.

Camine y vi a unos perros, ellos no hicieron ruido alguno. No dejaban de visualizar mis manos. Aunque mi habilidad este quieta mis manos de alguna forma extraña las pueden ver con destellos las criaturas. No sé como pero sucede, papá también lo lograba ver y por ellos usaba casi siempre guantes.

Pause el paso al ver a un chico toser muy fuerte detrás de una roca mucho más grande que él. Sabía que no estaba bien, era consciente que su condición es esa que está afectando a la humanidad.

Recordaba a papá decirme que no interfiera en nada, que no es que sea egoísta solo que esto yo no lo provoque y no debe porque tenerme en medio.

Quería alejarme pero sabía que no estaba bien. Me acerque sabiendo que esos virus jamás me afectaran.

-No dejes que te vean, ellos jamás te buscaran para el bien.

Seguía escuchando a papá, era como seguir encerrado.

Mi mente quiere hacer caso padre; pero el corazón me dice que lo ayude, más aún fueron mis manos las que se impulsaron al color más fuerte que era el de las hojas marchitas.

Un remolino se propago, no sabía que era lo que quería.

El remolino lo envolvió a aquel chico, su tos empezaba a empeorar hasta que el aire se volvería ajeno a él.

Cayó en segundos, no podía acercarme pero si arrebatar los colores que no pertenecen a él.

De su pecho, cabeza, corazón y pulmones.

Su rostro como de alguien diferente se manifestó.

Sé que podía ya acercarme.

-...Estarás desde ahora mejor.

Dije suave al verlo apenas abrir los parpados.

Sin dejar que mencionara palabra alguna tomé casi todos los colores tan deprisa para de forma literal flotar de aquel lugar. Quizá hice lo incorrecto al voltear ligeramente viendo su nombre tallado en la cadena que carga puesta.

*William...

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⏰ Last updated: Mar 28, 2020 ⏰

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Colores sin humanidad.Where stories live. Discover now