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» Norteños «

---El inútil de mi padre te hizo mi hermana, pero en este momento solo quiero hacerte mía~ ---Susurro de forma seductora el demonio con heterocromia mientras empujaba a su esposa contra el sofá y empezaba a repartir números besos húmedos sobre su cuello y clavículas.

---A-Ahh~ ¡Z-Zen, porfavor! ---Se quejó Zarina con el rostro completamente colorado intentando callar sus suspiros con las manos---. ¡Demonios, al menos hazlo fuera de la vista de los niños!

Los trillizos de 10 años habían dejado de ver la TV para centrar su atención en su padre lanzándose sobre su madre apenas la vió llegar. Ya ni siquiera se veían sorprendidos, sus padres mantenían relaciones íntimas todos los días casi en cualquier parte.

---Que repulsivo... Van a realizar el ritual del apareamiento humano aqui otra vez.

La pequeña rubia de gafas regresó la vista a la película mientras hacía una mueca de disgusto. Sostenía un tazón de palomitas con un par de sus cuatro manos y utilizó una de las que tenía libres para tomar un puñado de estas antes de pasarle el recipiente a su hermano Hanzel, quien se mantenía completamente indiferente a lo que pasaba a sus espaldas.

La joven albina de pecas simplemente se dedicó a pasar su vista de su padre cargando a su madre en brazos directo a la habitación para después observar de reojo a su hermano, repitió esta acción un par de veces antes de ponerse de pie para pararse tras su trillizo y abrazarle por la espalda.

---¿Tú también me vas a dar cariñitos cuando seamos grandes? ---Preguntó Carmilla con inocencia.

---No ---Respondio el joven rubio de sangre ácida con tono tajante sin quitar su semblante serio.

---Ou... ---La pequeña con cuernos de carnero hizo un puchero claramente decepcionada.

Hubo un silencio sepulcral despues de aquella breve conversación. Zarina fue quien rompió el tenso ambiente:

---¡¿Ves lo que le enseñas a los niños, idiota?!