Fingir

Capítulo 3

Hace 9 años....

Nunca tiene una buena razón para hacerme tanto daño, es como si sólo esperara que cometa un mínimo error para hacerme pagar. Esta vez, lo único que hice fue gritarle a Olivia, mi hermana menor. Pero ella estaba aventando todas mis cosas y me hizo enfadar mucho. En cuando él escuchó que algo estaba pasando en nuestro cuarto, entró hecho una furia directo hacia mí.

-Te está molestando? – se gira en dirección a Olivia y ella asiente.

Eso fue suficiente para encenderlo por completo.

Avanza hacia mí y siento un frío recorrer por mi espina dorsal, ya sé lo que viene, alzo la vista y de nuevo veo llamas de fuego en sus pupilas, como lo he hecho los últimos... pues diez años.

Una de sus manos toma mi cuello y me estampa contra la pared, al chocar siento un dolor punzante en la nuca gracias al impacto. Trato de apartar su mano que enrosca en mi cuello robándome todo el aire, pero mis manos siguen siendo muy pequeñas en comparación con las de él. Mis pulmones piden oxígeno desesperadamente. Él tira de mi cuello y hace que caiga al suelo. Intento pararme mientras respiro pesadamente por la boca, pero golpea mi espalda y caigo de nuevo. Me duele, duele mucho cada parte de mi cuerpo por la que pasa su puño. Llega el momento en el que ya no tengo fuerzas para pararme y solo trato de pensar en algo más hasta que pare. Siento su pie impactar contra mi estómago y me encojo protegiéndome.

Trato de decirle que pare pero no encuentro mi voz, lo único que sale de mi boca son sollozos y gemidos de dolor que no puedo controlar. Entonces escucho.

-No Fanco! para para! - grita Olivia y después comienza a llorar. Por qué llora? No es ella a la que están golpeando. Abro lentamente los ojos y veo que Franco se a acercado a ella para consolarla y yo solo comprendo una cosa.... Es hora de escapar.

Como puedo, me levanto sin hacer demasiado ruido y corro con una mano en mis costillas hacia el cuarto de baño lo más pronto que me es posible. Una vez que entro, pongo el seguro y me dejo caer al lado de la puerta. 

Ya estoy a salvo.

Creo que voy a desmayarme así que ayudándome del lavamanos, me levanto y me lavo la cara, dejando que el agua me refresque y se lleve mis lágrimas.

Me siento de nuevo en el suelo y me concentro en sentir las gotas de agua resbalando por mi rostro. Es mejor pensar en eso que en el dolor que siento por todo el cuerpo.

Estoy encogida en la esquina abrazando mis rodillas con mis brazos. Llevo demasiado tiempo aquí, estoy entumida, tengo hambre y los moretones comienzan a dolerme. Quisiera dormir un rato pero no puedo. Tan solo cierro los ojos, los recuerdos de hace un rato llegan a mi mente. Puedo sentir sus puños contra mi abdomen, mis brazos y mis piernas. Es idiota, pero es listo; nunca me golpea en el rostro, para evitar dejar huellas que lo puedan delatar, los otros golpes pueden cubrirse fácilmente.

Mi mamá me dijo una vez que el odio es un sentimiento terrible y que no debería sentirlo por ninguna persona, está bien que lo sienta por objetos, situaciones o cosas, pero que por una persona, es el peor sentimiento que puedes tener. Sin embargo, llevo un tiempo pensándolo y si.... Odio a Franco. Lo odio con todas mis fuerzas, así como sé que el me odia a mí.

Ahora ya se encuentra más tranquilo, está en su cuarto viendo videos junto a Olivia.

Nunca entenderé por qué a ella no la odia igual que mí, es decir, también es una niña, al igual que yo. Pero él la quiere mucho, siempre se la pasa jugando con ella y nunca la ha golpeado como a mí, ni siquiera un empujón.

Yo sé que mi hermana no tiene la culpa de todo lo que me pasa y nunca dejaría que él le hiciera daño. Pero la mayoría del tiempo le tengo envidia y tengo que reconocer que le guardo un poco de rencor, sé que está mal, pero no puedo evitarlo. Todo esto es muy injusto. Por qué a ella si la quiere y a mí no? Por qué a mí me golpea hasta que siento que me desmayaré y ella solo le da abrazos y besos? Qué hice para merecer este maltrato? Qué hice para que me odie tanto? No lo entiendo. No entiendo el odio que me tiene solo por ser niña.

Olivia tiene todo de él, la cuida, juega con ella, es un hermano estupendo. Realmente le tengo mucha envidia. Tiene todo lo que yo siempre he querido. Mientras ella puede darle abrazos y besos cuando quiera, yo no puedo acercarme demasiado a él sin tener consecuencias; ella puede entrar y salir de su cuarto como si nada y sin embargo, yo no lo hago por miedo a lo que sucederá después. Ellos pueden hablar de cualquier cosa mientras yo solo hablo con él cuando me lo ordena mi madre. En su cumpleaños ella recibe los mejore regalos del mundo por su parte, mientras que yo recibo un simple abrazo demasiado incómodo por obligación. Ella tiene un hermano, yo quisiera poder llamarle así al mío.