Capítulo 4

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Hace 6 años...

-Creo que estoy enamorada de él -Le digo a mi mejor amiga mientras hablamos en el receso de la escuela.

- Estás segura? Eso es algo importante y no se toma a la ligera.

-Lo sé, pero ayer leí un artículo que decía que la etapa de atracción dura de seis meses a un año y que se pasas ese límite puede que estés enamorado de verdad, y Emma, me gusta desde hace más de dos años, ya pasé esa etapa por mucho.

-Puede que sea cierto.

-Además, creo que le gusto -Emma se tapa la boca con la mano y abre mucho los ojos -No quiero ilusionarme ni nada, pero es que me trata muy bien y llevamos mucho tiempo siendo mejores amigos.

- No quiero que te haga daño, ya sabes cómo es...

-Jess nunca me haría daño, él mismo me lo ha dicho. A parte es de las mejores personas que conozco y nunca se atrevería a hacer algo que me lastimara.

Ocho meses después...

-Cómo pude ser tan tonta? -no paraba de llorar en los brazos de mi amiga. Estábamos tumbadas en su cama con un bote de Nutella en el regazo y otro de nieve de vainilla al lado.

-Debí hacerte caso.- limpio mis lágrimas con el torso de la mano.

-No es tu culpa, tu estabas muy enamorada y dicen que el amor ciega a las personas.

-Sabes? Odio ser siempre tan débil y tan ilusa. Por dios! Ni siquiera fuimos novios formalmente. Siempre dejo que pasen por encima de mí, siempre estoy para todos pero nunca nadie está para mí... excepto tú, claro. Te juro que no sé qué haría sin ti.

-Te quiero como no tienes idea. Siempre voy a estar para ti, lo sabes verdad?

-Lo sé, así como yo lo estaré para ti.

- Es gracioso, después de todo lo que nos pasa, siempre terminamos aquí, solo tú y yo.

Su comentario logra sacarme una sonrisa. Ella me mira con esos hermosos ojos verdes y una sonrisa amable en los labios. Se acerca más a mi y me envuelve en sus brazos.

-Tu y yo....

-Contra el mundo.

Termino la promesa que nos hicimos hace unos años cuando éramos mas chicas.

Es una promesa que a lo largo del tiempo se ha convertido en parte de nosotras, es nuestro sello, es algo único y me encanta tener algo tan especial con ella. Ella es como una hermana para mí, es mi apoyo incondicional, mi compañera de locuras y mi mayor confidente.

Sin embargo, nunca le he contado mi mayor secreto, y sé que está mal, prometimos contarnos todo. Pero simplemente no puedo. He tratado de hacerlo varias veces pero no encuentro las palabras, a parte temo romperme un poco más al decirlo en voz alta.

Cómo podría decirle que en vez de una persona, soy un saco de boxeo?

Sé que algún día tendré que contárselo, pero en parte tengo miedo de saber cuál será su reacción.

-No volveré a enamorarme, lo juro.- regreso al tema.

- Tú no decides eso, a parte ése es un juramento que dudo mucho que puedas cumplir- Se ríe.

-Ohh vamos! No soy tan enamoradiza!

-Si claro! Eso ni tú te lo crees! Si te enamoras de personajes literarios, como no vas a enamorarte de personas reales.

-Hey, no te metas con mis libros! Y tú mas que nadie sabe lo que es enamorarte de alguien ficticio –La apunto con un dedo acusador.

-Vale vale, tienes razón.

-Pero tu también la tienes, sé que no va a ser la última vez que me enamore y que faltan muchos más, pero no quiero pensar en chicos durante un tiempo, un largo largo tiempo.


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