II. Promesas

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Agotada, así se sentía Holly, tanto física como emocionalmente y que fuera ya de noche también influía en que se sintiera somnoliento

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Agotada, así se sentía Holly, tanto física como emocionalmente y que fuera ya de noche también influía en que se sintiera somnoliento. Después de que Jacqueline confesara que lo sucedido no fue un simple accidente, llego el padre de Holly junto con la enfermera McCall, justo a tiempo pues la más joven había empezado a hiperventilar, le habían inyectado una especie de tranquilizante que la había hecho dormir de inmediato. Aún se encontraba dormida, Holly sentada a un costado intentando leer un libro que días atrás le habían prestado, pero la realidad era que no se podía concentrar, parecía casi paranoica cuidando a su pequeña hermana, viendo constantemente su ritmo cardiaco y el subir y bajar de su pecho. Su padre había salido minutos atrás por algo de cafeína que ya les hacía falta a ambos, por lo que estaba sola con su hermana.

El fuerte estruendo de algo estrellándose contra el piso la hizo saltar de su silla, su pequeña hermana apenas y se inmutó.

—¿Y eso? —preguntó Holly para sí misma en un leve murmullo.

Le restó importancia y siguió con lo suyo aunque sentía su corazón palpitar en su pecho de forma descontrolada, hasta que un fuerte grito interrumpió el silencio. Primero el estruendo del golpe y ahora el grito que parecía de agonía, parecían querer oponerse a que Holly lograra mantener la calma.

Holly no quería salir, no quería dejar a su pequeña hermana, pero la curiosidad la estaba matando, además, si ellas estaban en peligro le gustaría saberlo. Su padre entro a la habitación apenas segundos después con un único café en la mano, sin tapadera y con varios sobres de azúcar en la otra mano, había sido lo que pudo tomar rápidamente antes de volver a la habitación a comprobar el estado de sus hijas.
Dejó el café en la pequeña mesa de la habitación y miró a Holly con precaución.

—¿Por qué tanto alboroto? —preguntó alarmada, acercándose un poco más a la camilla donde su hermana dormía de forma involuntaria.

—Una chica acaba de desaparecer de su habitación —explicó rápidamente, tanto que a Holly le resultó difícil de comprender—, me tengo que ir, si algo sucede, llama, o a emergencia.

Le dio una última mirada a su hija y salió de la habitación cerrando la puerta tras él, ella suspiró con pesadez, comprendía, tenía que irse a salvar vidas y resolver crímenes, después de todo, era un oficial de policía.

A pasos lentos Holly se encamino hacia la ventana, estaba algo preocupada por la chica desaparecida, estar afuera de noche no sonaba muy seguro cuando lo que atacó a tu hermana menor está libre. Ella, a diferencia de su padre que había escuchado también cada palabra dicha por Jacqueline al despertar, si creía en ella y en la verdad que podían esconder sus palabras, ella conocía a Jacqueline y sabía que no era ninguna mentirosa.

No había más explicaciones a lo que había sucedido, lo único que no encajaba era el motivo por el que esa cosa la había atacado, esa cosa que tanto había dañado a su hermana no podía ser un simple perro, así que, o había sido un verdadero monstruo, o había sido alguien interesado en dañarla y hacer que pareciera un ataque animal.

Big Sister || Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora