Prologo

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Prologo

Era un calabozo frio, lleno de ratas, no habia mas que una cama y un pequeño baño, lo cual resultaba extraño siendo un calabozo. El estaba sentado  en una esquina de la cama pensando: ¿Que era lo que habia hecho mal?, ¿Que lo llevo a esto?, llevava años planeandolo todo ¿Como podria haber fallado?, el simplemente no podia creer que lo habian derrotado. Despues de un rato de meditarlo todo llego a una conclucion: No habia hecho lo suficiente para que Gwendolyn se decilucionara de Gideon, debio haber hecho mas, debio pensar en todas las posibilidades que tenia para ello, pero no, y por eso ahora estaba encerrado en un horrible calabozo.
Se paro y se dirigio hacia el baño para darce una pequeña ducha y aclarar mejor las ideas. No llego ni a la puerta en cuanto sintio un tiron en el estomago extrañamente familiar, cerro fuertemente los ojos no podia creerlo: el aun podia viajar en el tiempo.
En ese momento entre el tiron en el estomago y su sorpresa se le ocurrio una gran idea: enmendaria sus errores y se buscaria en el pasado y asi lograr que Gwendolyn y Gideon se separan y ella se suicidara para asi tener la inmortalidad, estavez sin ningun error.

Cuando abrio los ojos le fue muy facil salir del calabozo, pues habia menos seguridad que en la actualidad. Cuando al fin salio noto que no habia viajado mucho tiempo atras, simplemente habia viajado unos cuantos años atras, a 1999, para ser exactos. Pero eso no lo detubo, el sabia a quien buscar.
El busco atraves de las calles, cruzo Hyde Park, lo cual le llevo demaciado tiempo.
Pero por fin llego.
Era un pequeño departamento en los alrrededores de Hyde Park, no era muy lujoso, pero su fachada era demaciado...............sorprendente.
Toco la puerta, se oyeron unos pasos atras de la puerta.
El se acomodo su saco, se apreto bien la corbata y se puso rigido.
Cuando se abrio la puerta una gran sonrisa ilumino su cara. Una mujer esbelta, con risos definidos de color negro callendo sobre sus hombros, con un lindo vestido rojo y un sueter negro como vestuario, aparecio atraves de la puerta, y cuando lo vio su cara tambien se ilumino con una gran sonrrisa.
—¿Whitman?—dijo ella.

Saga Rubí - DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora