Después de un verano lleno de nervios por lo que estaba por llegar y que no dejaba nada a desear en el tema amistades llegó primero, el curso que, a Claudia más miedo le daba y a la vez más ganas tenía de entrar. Fue un curso muy intensito, nuevas amistades, aunque ya se habían hecho amigas en verano, nuevos profesores, nuevas clases, nuevas mesas... nuevo todo menos el colegio. Se pasó bastante rápido y, aunque no fue un año con nada en concreto a destacar, se lo pasó muy bien, y fue, en parte, gracias a ella. Sí que es verdad que se peleó por tonterías o por malentendidos un par o tres de veces, pero ella, como siempre, hizo lo posible para no tener mal rollo con nadie, aunque sí que tuvo una pelea más fuerte y mucho más duradera, pero no vamos a entrar en detalles.
Después de un año un tanto intenso, llegó el último mes, un mes donde ya casi nadie estaba donde tenía que estar, no estaban atentos y estaban más alterados de lo normal, hacía mucho calor y llevaban ocho meses estudiando (por eso, cuando llega ese mes, los profes ya pierden la esperanza). Ese último mes de curso, Claudia, estaba muy rara, y muchos amigos se lo notaron, nunca tenía mucha hambre, y eso era muy raro en ella, y estaba más callada, más cabizbaja. Y solo había un motivo, había encontrado nombre a eso que llevaba tanto tiempo pensando, a eso que no la dejaba disfrutar de la vida como había hecho siempre y por fin todo tenía una explicación.
Un día de junio, Claudia, estaba viendo vídeos de YouTube como hacía cada fin de semana por la tarde mientras su familia dormía la siesta. Era muy curiosa y le encantaba ver vídeos sobre enfermedades raras, gente que vivía en la calle, gente con el síndrome de diógenes que tenían la casa llena de cosas, submarinistas que hablaban de sus aventuras, médicos que hablaban de sus pacientes, gente que contaba sus experiencias... Y un día mientras miraba vídeos se encontró con un vídeo que se llamaba "Carta de un niño trans a sus padres", y ella, que en ese momento solo tenía una idea por encima de lo que significaba la palabra "trans" a pesar de conocer a una chica trans, se puso a mirar el vídeo, ese vídeo que le abrió los ojos, ese vídeo que la ayudo a poner nombre a eso que tenía en la cabeza desde hacía muchos años, ese vídeo que describía perfectamente lo que sentía, ese vídeo que le hizo dar-se cuenta de que no estaba solo, ese vídeo que le hizo comprender que Claudia, no era Claudia, sino Luck.
Sé que os preguntaréis como no se había dado cuenta antes conociendo el significado de la palabra y hasta apoyándola, pues os lo voy a contar.
La palabra trans es bastante conocida, a pesar de ser la parte del colectivo más excluida y menos conocida, pero el problema es que la mayoría de gente que sabe de qué va, por lo menos cuando Luck era pequeño, solo se imagina a chicas trans, casi nunca a chicos, me explico, si ahora te dicen que pienses en una persona trans, seguramente piensas en una mujer trans no? Pues eso mismo le pasaba a Luck, el sabía bien que quería decir la palabra transgénero, el problema era que, aunque en el fondo sabía que podía haber hombres trans, y que él los apoyaba también mucho, nunca le habían hablado sobre ellos, y supongo que su cerebro, intentando negar su identidad, nunca le hizo planteárselo. Y cuando vio ese video se puso a pensar... sí que es verdad que cuando era pequeño siempre jugaba con los niños a fútbol, hablaba más con ellos que con ellas, se vestía con "ropa de niño"... Que él no está diciendo que la ropa, los colores, o los juegos tengan género, para nada, es cien por cien partidario de que cada uno puede ir como quiera y jugar con lo que quiera mientras no haga daño a nadie, pero lo que sí que es verdad es que si tú a un niño le das a escoger entre dos cosas y le dices que una cosa es de niña y la otra es de niño, pues el o la pequeña cogerá lo que más le guste, y eso nos pasara durante toda la vida, pero una cosa que sí que le hizo atar cabos fue cuando recordó que hacía unos años se miraba para abajo, cuando aún no le habían salido los pechos, y se veía a él como a un niño más.
Un día se puso a reflexionar sobre por qué existían las personas trans y llegó a la conclusión de que queramos o no, el ser humano necesita ponerse una etiqueta, sentir que no está solo, que hay más como él y entonces, aunque intentemos romperlas, hay algunas que las necesitamos para vivir hasta que no inventemos otra alternativa, como por ejemplo niña o niño, mujer u hombre. Mujer equivale a vestidos y cursiladas y hombre a ser fuerte y valiente, y son estas las etiquetas que intentemos romper y las que queremos romper, por eso ser trans va más allá de eso, para él ser trans es poder ser tu mismo y como tenemos la necesidad de etiquetar-nos, nos etiquetamos con la que más nos gusta a partir del significado que le haya dado la sociedad a esa palabra, y, al final, eso no lo decides tu, tu naces queriendo unas cosas, con unas cosas que te gustan, y, a partir de ahí, te adaptas a la sociedad etiquetando te de una manera o de otra.
YOU ARE READING
Una historia sin titulo escrita por un chaval sin nombre
Roman pour AdolescentsLa pequeña Claudia, se niega a seguir el camino que le marcan y hace lo possible para desviarse y en cuanto lo consigue cambia su vida por completo.