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El día que nos conocimos fue muy irónico, ese día recordaba con exactitud que estaba llegando tarde a mi empleo, no había desayunado nada. Mi jefa me había pedido un café, eso hice, estaba apurada. Cuando recibí el café pagué y me di vuelta. Choqué contigo al dar la vuelta, el café y mi celular cayeron al piso. Me sentí realmente apenada, no había visto tu rostro.

─ ¡Lo lamento! ─exclamé ese día ─. De verdad lo lamento.

Tu no dijiste nada, solamente te agachaste para recoger un par de hojas que se te habían caído. Parecían estar un poco enojado, pero aún así, hablaste amablemente.

Segundos después hablaste, ─A cualquiera le pasa ─me dijiste esa vez.

Cuando levanté la mirada, tú me estabas observando con atención, observé tus ojos oscuros unos cortos segundos para que después ambos nos levantáramos de golpe.

─De verdad lo lamento ─repetí.

Tú negaste, ─No te preocupes, a cualquiera puede sucederle.

Iba a preguntar tu nombre, pero cuando abrí mi boca sonó mi celular. Tú sonreíste para después irte. Yo me quedé en mi lugar por varios segundos mirando la llamada de mi jefa, sólo apreté mis labios y seguí el camino.

Compraría el café en otro lugar. 

El Chico De La Cafetería (Español) ✔️ [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora