Díada |KIRIBAKU WEEK 2020

[UN] Un Descuido Que Cuesta Caro

•ａｄｖｅｒｔｅｎｃｉａｓ：intento de fluff, posible occ. 

"Una máscara mojada, ocultando cada nube con una sonrisa cuando cámaras hay. Yo simplemente no puedo llegar a decirte que siempre me pregunto qué es lo que estás haciendo."

Cuando Bakugou despertó solo pudo sentir los acogedores brazos de su pareja rodeándolo, y aquello lo hizo sonreír al momento.

Un sentimiento agradable se formó en su pecho, demasiado somnoliento como para pensar las cosas de más se acurrucó al pecho desnudo del moreno, quien empezaba a despertar un poco al sentir los cabellos del rubio en su rostro, picoteándolo. Bakugou dio un suspiro cansado soltó cuando sintió unos pequeños hincones dolorosos en la cadera, que lo hicieron removerse de más.

— ¿Katsu? —Escuchó el susurro de su pareja, por lo que lo miró. Vio al pelirrojo sonreírle con cariño. —Buenos días, amor. —El moreno le dio un suave beso en su cabellera, Bakugou no se movió.

—Sigue durmiendo, bebé. —Musitó el rubio queriendo descansar un poco más, pero Kirishima ya un poco más en sí en realidad solo quería darle suaves masajes, para relajarlo de la noche anterior. Su mano se colocó en la espalda del rubio dando ligeros apretones mientras su boca empezaba a bajar para besar toda la cara de su novio, que empezaba a reír por los cariños dados. —Oye...

—Mmmm... —Ignoró el jadeo de sorpresa cuando sus besos bajaron hasta el cuello, dio unos cuantos mordiscos y alejándose un poco notó los chupones que hizo anteriormente. —No sé cómo te taparás eso en la sesión de fotos de hoy. —Dijo y sus dedos viajaron hacia los mordiscos, provocando un espasmo en el rubio.

—A veces eres un completo bruto, no hay modo. —Kirishima dio una risita tonta ante su respuesta, subiendo de sus marcas para mirarse cara a cara con el amor de su vida, que le sonreía mordiéndose el labio. Aquello hizo que se le cortara la respiración por unos momentos, era increíble cómo podía ponerlo tan sensible con solo un pequeño gesto.

—No hagas eso. —Pidió abrazándolo de nuevo y ocultando su rostro en su cuello, dando un besito en su hombro. —Me haces querer volver a hacer lo de ayer...

— ¿Quién te detiene? —Como un perro escuchando el sonido de la puerta abrirse Eijirou se tensó de inmediato. De repente las manos que tenía en la espalda de su pareja empezaban a quemar y a picar por recorrer todo su cuerpo nuevamente, como si fuera la primera vez.

Se acomodaron un poco mejor y Bakugou fue recostado en la cama mientras que Kirishima se subía encima, él empezaba a dar suaves cariños a su pecho desnudo. — ¿No estás adolorido, amor? —Su lengua pasó por un lugar específico en sus clavículas que lo hicieron jadear, avanzó nuevamente a su cuello y se detuvo en su barbilla. Ambos ojos rojos se miraron y Kirishima pudo ver a Bakugou decirle con la mirada que necesitaba más, por lo que obedeció sin chistar, llevándolos a un beso profundo.