𝟬𝟯.

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luzu.

se escuchaban sollozos y las lágrimas que rodaban por sus mejillas se iluminaban con la luz de la luna.

¿por qué estás aquí?

quería levantarme y correr a su brazos.
quería escuchar su voz y que aliviara mi dolor.

quería que no se fuera más.

pero no.

a mi mente venían todas las imágenes de su traición. no podía caer tan bajo, tenía que resistir.

ví como lentamente iba caminando, bordeando las esquinas de mi cama.

sentía como mis manos temblaban y mi garganta dolía por el nudo que se había formado segundos atrás.

se fue acercando cada vez más y más, hasta que quedó justo al lado mío.

cerré mis ojos con fuerza, pero no tanta para que no fuera muy obvio.

quería saber porque estaba aquí...

se escucho un sonido, al parecer se había agachado. podía escuchar su respiración entrecortada en mi rostro.

lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, odiaba ser tan débil y más en esta situación. pero, se trataba de auron.

escuché como suavemente sorbia los mocos que querían salir de su nariz y suspiro levemente.

lu-. ─ su voz se cortó. mientas se escuchaban nuevamente sollozos.

apreté mis dientes con fuerza, odiaba cuando él lloraba...

me había traicionado, sí.

pero era mentira decir que no lo amaba todavía, que no lo extrañaba.

─ joder... luzu, mi niño.  un toque de melancolía mezclado con felicidad acompañaba sus palabras al mencionar el apodo que me tenía.

─ he venido muchas veces estos últimos días, ¿...no?

¿muchas veces? ¿cómo?

oh cierto, la puta trampilla.

─ lo siento tanto, cariño. siento tanto que tengas que pasar por todo este dolor.
pero tienes que aceptar lo que te digo, no puedes seguir en esa negación. ─ había un toque de tristeza en su voz.

no, no. él me lo había prometido. debió cumplir su promesa.

─ tú salud mental no era la adecuada, habían cumplido 14 años desde qué... mi cuerpo se tensó al escuchar la mención de ese tema.

auron paró por unos segundos.

─ de lo ocurrido. además habías tenido crisis más recurrentemente. todo el peso de un pueblo entero sobre tús hombros te iba a hacer mal.

seguía sollozando mientras hablaba.

¿y si era verdad? ¿y si nunca le vendió su voto a lolito?

pequeñas lagrimas se fueron acumulando al borde de mis ojos y mis labios temblaban.

─ tenía tanto miedo de perderte, que tuvieras un colapso mental o, o... ─ su tono se había elevado, al parecer se dió cuenta de ello ya que tapo su boca con sus manos. se escuchaban sus quejidos ahogados.

ya en este punto tenía lagrímas que rodaban por mis pómulos. rogaba que él no se diera cuenta de esto.

tenía razón. siempre la tuvo. ¿por qué nunca lo escuché?

mis manos temblaban al igual que mi mandíbula.

quería gritarle que lo sentía y que me perdonará.

─ o que te suicidaras. de verdad, no quiero perderte. y soy conciente de todo lo que sufres por no tener calma y lo siento, es todo mi culpa.

¿qué haría ahora? quería calmarlo y decirle que no se culpará, así como él lo hacía conmigo.

nunca me traicionó, nunca lo haría.
¿yo lo estaba haciendo llorar?

poco a poco sus sollozos se calmaron, pero no los míos.

─ ...cariño, ya tengo que irme. mi hijo debe estár preocupado ya, le dije que iba a ser una visita rápida. dijo con una pequeña risita, aunque su voz sonaba apagada.

oí como se acomodaba, para luego sentir su aliento caliente sobre mis labios, se sentía cada vez más cerca...

tomó mi mejilla y la acarició lentamente, en ese instante la paz que él me proporcionaba vino a mí.

...por favor, bésame. dame calma.

su cuerpo se tenso y quitó su mano de mi rostro.
rápidamente se levantó y se alejó.

─ ojalá puedas escucharme algún día, ojalá puedas entender. siempre estaré para tí. estaba lo bastante lejos para que no viera detalles de mi rostro, así que abrí los ojos y al instante sentí como mi estomago se revolvía.

ahora podía verlo más.

mordí mi labio para no dejar escapar ningún quejido cuando escuché sus pasos alejarse y su silueta desapareció por el marco de la puerta.

no te alejes de mí, por favor.

me levanté rápidamente de mi cama y corrí hasta la sala.

nuevamente esa angustia. esa ansiedad de que todo haya sido mentira, que sea un sueño, que no me perdonará jamás.

pero ahí lo encontré, mirando fijamente a la trampilla que lo llevaba a la mina.

sin pensarlo dos veces grite su nombre, ya no me importaba nada.

¡auron, no te vayas!

─ ¿l- luzu?

[ ... ]

miss you.  ( luzuplay )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora