Un universo donde me quieres - TaeKook

4. Un día con contratiempos

- Kookie.. - la suave voz de tae me despertó de mi inestable sueño. Estuve toda la noche con dificultades para pegar un ojo. Todo el tema de Taehyung y sus sentimientos del pasado me atormentaron por la madrugada. Abrí los ojos malhumorado, sus ojos me sonrieron - Buenos días dormilón - lo mire y me voltee para poder mirar la pared, yo solo quería que se tirara en la cama para hacer cucharita y ayudarme con el insomnio. - ¿Estás cansado? - asentí - Está bien, dormí - salió del cuarto.

Intente dormir pero el remordimiento no me lo permitió, nuevamente. El que está confundido es él, no yo. Quien necesita ahora estar en la cama siendo apapachado es él. Junte todas las mínimas ganas que tenía y fui al salón. Tomé asiento en la mini barra mientras solo lo observaba, bailaba al ritmo de la música que sonaba en sus auriculares. Eso era tan adorable, como sus piernas, se movían lento pero con swag.

De un momento a otro se detuvo en seco y continuó cocinando, lo vi llevar sus manos a la cara hasta dejar el cucharón a un costado para tirarse al suelo, a llorar desconsoladamente. Me erguí en seguida y fui hacia él pobre niño indefenso que lloraba hecho una bolita. Lo abracé por la espalda - Ya, ya. Todo estará bien - hablé con calma.

Tomó mis brazos para acentuar aún más mi cercanía. No tengo ni idea que estará pasando en esa cabeza pero nada bueno seguro. - No me dejes, por favor. - su voz, roto, destrozó mi corazón en solo una fracción de segundo. - Kookie, nunca me dejes - volteó su rostro y posó sus ojos con determinación pero realmente te mostraban lo quebrado que estaba por dentro. Todo lo que tenía guardado y no decía.

- Nunca te dejaría, Tete - acaricie su mejilla. El tomó mi rostro con ambas manos y miró mis ojos, pasó a mis labios y mis nervios pasaron a ser notorios rápidamente. Pegó su frente a la mía para luego acariciar mi nariz con la suya. Esto es tan raro.. Volvió a mirarme fijo a los ojos, dobló levemente su rostro, permitiendo que nuestros labios quedaran a solo centimetros. - ¿Qué.. ? - interrumpió mi oración con un simple abrazo. Mi corazón acelerado, mi pulso nervioso y mis labios necesitados de un beso, de ese beso que llevo esperando tanto tiempo.

Luego de soltarnos y él calmarse me senté en el sofá, necesitaba distancia. Tae me llamó a comer así que me pare y fui a su lado. La comida fue muy incómoda. El no hablaba, yo tampoco y tampoco sabía de qué. Oye, Tae ¿Acabas de intentar besarme? ¿Por qué llorabas? ¿Me puedes explicar qué te pasa? ¿Cómo mierda no sentis nada y después haces esto?

- Tete - intervine en la hermosa comida que estábamos pasando, levantó la vista y vi su boca llena de comida a lo que me reí - Te tengo que contar algo - tragó de prisa lo que provocó que se ahogara - ¿Estás bien? - asintió - Bien.. Necesito que me escuches con atención y tengas la mente bien abierta. - suspire - Yo, Jeon Jungkook - posé mi mano en el pecho - prometo que no soy de este tiempo - se rió e hice puchero, no me cree - ¿Qué? Eres un tonto - intente irme pero tomó mi muñeca para volviera. Respiro

- Adelante, explicate - camine para estar frente suyo, parado, del otro lado de la mini barra

- La cosa es así. Desee algo y al otro día desperté aquí. - me hizo cara de que no entendía aún - Veras. Le pedí a Hyunie que no me permitiera hacer algo y al otro día me desperté el 15 de Diciembre

- A ver - se tomó unos segundos para pensar una respuesta - Primero, por qué pediste eso?

- Porque nos habíamos peleado y.. me odiabas - sonrió

- No te podría odiar ni aunque quisiera - se tiró al respaldo de la silla - y por qué a ese día?

- Porque ese día es importante para no hacer lo que provocó que me odiaras

- Jungkook, es imposible que yo te odie. Estoy seguro que en todos los universos y realidades alternativas eres lo mejor que tengo en la vida. - fingí llorar aunque realmente estaba conmovido por esas palabras