PARENTING ❀ jinsu

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"Yoongi... estás..." el alfa hace un ademán alrededor de sus propios labios, indicándole al omega que tenía un poco de helado de fresa regado por la boca.

Rodando los ojos, Yoongi de limpia con la servilleta que le dieron al servirle su helado.

"Ya lo sé, Jin. Lo hice a propósito, se suponía que tú debías limpiarme"

"Oh, bueno... tal vez podrías volver a hacerlo y yo-"

"No, déjalo" termino por sonreírle, enternecido.

Su primera cita había sido horrible, pero de igual manera, especial. Dos semanas después de que Yoongi le haya dicho a Jin lo de quererle como alfa, el mayor al fin pudo tomar valor para invitarle a salir, además de que sus exámenes estaban listos y ya no tendría que preocuparse por ellos. Jin había insistido en llevarlo a cenar a algún lado, el que el quisiera. Para Yoongi no era sorpresa saber que los padres del alfa estaban posicionados muy bien económicamente. De hecho, su familia era por lo que se decía "famosa". Su madre, de joven, había ganado algunos concursos de belleza, siendo reconocida por todo corea, y su padre era uno de los mejores diseñadores en una de las marcas más importantes del país. Jin y su hermano pequeño estudiaban humildemente la universidad, mientras que Jisoo, la mediana entre ellos, estaba siendo preparada para debutar en algún grupo de cantantes.

Pero eso para Yoongi no era del todo importante, y para Jin tampoco, era un alfa demasiado humilde para todo lo que su familia conllevaba, de hecho, no es como que el alfa de la pasara por la vida hablando de eso, si por alguna cosa del destino, el tema salía a la luz, el comentaba a que se dedicaban sus padres, tampoco iba a negar lo orgulloso que estaba de su familia.

Entonces, a pesar de eso, el rubio omega le había dicho a Jin que no importaba, él se conformaba con una ida al cine o pasar por un helado. No muy seguro de eso, el alfa había aceptado entonces a llevarle por un helado. Lo que sí, Yoongi no pudo evitar rodar los ojos cuando se dio cuenta que la heladería era una de las más prestigiosas de la ciudad, ubicada en una de las mejores zonas. Los precios a veces eran ridículos, pero quien era el omega para rechazar un delicioso y caro helado por parte del apuesto alfa que le acompañaba.

Jin era muy tierno, Yoongi había decidido. Era demasiado torpe y tonto cuando quería darle a conocer sus sentimiendos, ni siquiera podía decirle a Yoongi lo bonito que se veía sin tartamudear. El omega lo entendía, todo eso era nuevo para él, pero le gustaba que, a pesar de su timidez, lo estuviese intentando. Y es que Jin no era un alfa introvertido y del todo inseguro, no. Al contrario, Jin se pasaba la vida contando chistes que en realidad no daban ni un poco de risa, solo que, al tratarse de su omega él quería verse serio, hacer parecer que de verdad quería llevar las cosas bien, al menos era lo que Yoongi pensaba.

Su cita había terminado en el parque más cercano de la heladería, con el alfa quejándose del chicle pegado en la parte trasera de su pantalón. Lo había agarrado en una de las bancas donde recién se sentaban. Aunque algunas cosas habían fallado y no salido del todo bien, Yoongi en verdad había disfrutado su primera cita con el alfa. La sintió real y sincera, y todos esos inconvenientes que se presentaron no fueron de mucha importancia, porque al final fue un rato agradable y divertido con el que, en el futuro, sería su alfa y padre de sus chachorros.

Ahora, es sábado, temprano por la mañana, es el último día del mes. Jin prepara los biberones de los mellizos, que justo en ese momento están arriba con Yoongi, en el nido. Hoseok ha podido escapar de las garras de su madre y se encuentra desayunando simple cereal con leche.

"Extraño los desayunos de mamá" el mayor de sus hijos confiesa, llevándose la cuchara a la boca "¿Puedes hacer mañana hot cakes, papi?"

Jin rueda los ojos ante la indiscreción de Hoseok. Igualmente, se limita a encoger sus hombros y agitar las mamilas.