¿Felicidad Adictiva?

525 39 11
                                    

Ambos se abrazaban en medio de aquel camino cubierto de árboles mientras flores de cerezo flotaban a su al rededor. Ambos se amaban y nada lo impediría, aun la misma muerte era incapaz de separarlos.
........................................................................

Ciel se despertó de aquel lindo sueño, deseaba que su alarma nunca hubiera sonado, quería pasar más tiempo con Sebastian despuede de aquello, sin más remedio se levantó y alistó como de costumbre.

Mientras se peinaba frente al espejo del baño de su cuarto, noto algo raro que le sorprendió demaciado, el estaba sonriendo, cosa que no solía hacer, en toda la mañana no había parado de pensar en Sebastian y en cuanto lo amaba, recordó su conversación de la noche anterior y sonrió ante una repentina idea "¿Acaso Sebastian será un ángel que me cuida, o alguna especie de protector?" con esta idea en mente se termino de arreglar y partió a la escuela.

Como era de esperarse se encontró con Alois quien solo intentaba fastidiarlo, pero hoy estaba tan alegre que ni siquiera el podría arruinarlo. Entro a su escuela y las clases pasaron una tras otra, finalmente llego la hora del descanso, generalmente esta hora la pasaba solo intentando esconderse de Alois, pero hoy quería intentar algo diferente, subió a la terraza y se sentó en el suelo recargado en una pared que le daba sombra, volteo hacia arriba y se dedico a ver las nubes flotando en el alto cielo, en ese presiso momento se sentía tan tranquilo que incluso parecía elevarse como una nube más.

La hora del descaso paso y las clases siguieron sin ninguna novedad. Al llegar a su casa Ciel noto que sus padres no estában, cosa a la que no le dio mucha importancia, tenia algo de hambre así que fue a la cosina y se hizo algo rápido, después de cenar subió a su habitación e hizo su tarea lo más rápido que pudo, sin duda quería pasar el mayor tiempo posible junto a su amado, cuando termino se puso pijama y se metió en la cama, tomo su celular y cancelo todas sus alarmas después de todo era viernes y los sábados su padre y su madre salían todo el día, eso le dejaba el camino libre para poder pasar todo el día con su amado Sebastian. Se undio más en su almohada tapándose más con las cobijas y quedándose dormido al poco tiempo.

*En los sueños de Ciel *

Una vez más Ciel se encontraba en aquella habitación obscura la cual de un momento a otro se convirtió en un hermoso claro y una laguna de agua cristalina que dejaba ver a decenas de peces de colores nadando a sus anchas, en la orilla se encontrá Sebastian de pie al lado de un pequeño bote de madera con una hermosa sonrisa.

Ciel sin pensarlo dos veces se lanzo a los brazos de Sebastian en un fuerte abrazo que demostraba que, a pesar de que se vieron hace unas cuanta horas, se habían extrañado demaciado.

Cuando se soltaron Sebastian tomo la mano derecha de Ciel y la llebo a sus labios depositando un pequeño beso en esta, para después decir con una voz un poco divertida pero tierna.

-¿Le gustaría dar un paseo por el lago,my lord?

Ciel sonrió divertido por esto y decidió seguirle un poco el juego a su amado

-Seria todo un honor, sobre todo en su compañia

Sebastian lo ayudo a subir al bote para después subir el y comenzar a remar. El paisaje era hermoso y la atmósfera perfecta para un paseo romántico, justo en medio de la gran laguna el bote se detubo y se dedicaron a admirar el paisaje mientras charlaban amenamente, Ciel recostado en el regazo de Sebastian miéntras el lo abrazaba y entrlazaba sus manos.

Pasaron así un buen rato hasta que continuaron con el paseo en bote, pasearon por la orilla a pie, se recostaron en el pasto, contemplaban el cielo, ninguno quería separarse ni un segundo hasta que Sebastian pregunto.

 En mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora