Quien Eres?

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Por que Lloras?

Escucho una voz grave pero suave qué preguntaba desde no muy lejos de donde se encontraba, levantó la vista y entonces vio...
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Un joven realmente apuesto, de tez blanca y suave, con un rostro serio y conquistador, con cabello largo y desordenado de color negro y ojos penetrantes de color café Rojizo. Llevaba un elegante traje y corbata color negro con camisa blanca.

Ciel no sabia el por que pero verlo así de tranquilo lo reconfortaba un poco así que solo lo vio por un par de segundos. Un par de nuevas lagrima calleron de sus ojos, aquel extraño se inclino para limpiarlas

- Alguien tan hermoso como tu no debería llorar asi

-Quien eres?

Pregunto Ciel con una voz aguda y apenas audible. El extraño ignoro su pregunta y cuando había limpiado todas las lagrimas del rostro de ciel se levantó extendiendo una mano hacia Ciel para ayudarlo a hacer lo mismo.

Ciel un poco dudoso tomo su mano y se levantó, en un abrir y cerrar de ojos, aquel cuarto obscuro se convirtió en un salón iluminado por infinidad de candelabros de cristal, el piso estaba cubierto por pétalos color rosa claro.

Una dulce y lenta melodia se escuchaba en el fondo, el extraño volvió a tenderle una mano a Ciel pero esta vez, invitándolo a bailar.

Ciel embelesado por su belleza no se negó y comenzó a bailar con el.

-Quien eres?

Volvió a preguntar.

-Mi nombre es Sebastian

Dijo con voz grave pero suave y serena.

-Por que estas aqui?

Dijo un poco confundido

-Estoy aquí por ti mi lindo niño

Eso hizo que Ciel se sonrojara un poco

-Ni siquiera nos conosemos ¿como es que estas aquí por mi?

-Tu no me conoses a mi, pero yo a ti si.

Ciel dudo un momento y luego dijo

-Pero nunca no hemos visto

-Yo si. Te observó en tus sueños

Dijo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios

-Nadie puede hacer eso

-Nadie, excepto yo

Eso intrigó a ciel un poco más

-Como lo haces?

-Es un secreto, lo sabrás a su tiempo, por ahora solo disfrutemos del baile

Ciel, aunque un poco dudoso, decidió no darle más vueltas al tema y recargo su cabeza en el hombro de Sebastián. El estar así con el, sin Saber por que, le traía un sentimiento cálido de paz. No sabia cuanto tiempo llevaban así, y no le importaba, solo quería que aquello no terminará jamás.

De repente Sebastián se detuvo, Ciel alzó la cabeza para saber por que había parado. Sebastián pareció leerle la mente y sonrió.

-Es hora de despertar pequeño

Dijo con voz suave, Ciel tardo un par de segundos en comprender pues se había perdido tanto en el baile qué olvido que estaba soñando, algo que al recordarlo le dio un lebe sentimiento de tristeza que oprimia su pecho. Sebastian lo tomo de la mano y lo condujo por el salón hacia una gran puerta de madera con incrustasiones de esmeraldas y rubies, la puerta se abrió pero no se lograba ver nada del otro lado más que una densa obscuridad. Sebastián se detuvo en el vorde de la puerta y dijo

-No puedo ir más allá, tendrás que seguir sin mi

Ciel se quedo de frente a la puerta pensando un segundo, luego volvió a ver a Sebastián y con voz tímida pregunto

-Volveré a verte?

Sebastián sonrio y se acerco a Ciel, con su mano levantó un poco su rostro y deposito un dulce beso en su mejilla

-En tus sueños

Dijo en un susurro, Ciel que no podía sonrojarse más, solo atino a asentir y seguir su camino con paso lento y tímido

 En mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora