Una Singularidad...

40 3 1
                                    

— ¡¿¿Dónde... estoy??!... — Pregunté, confundido. — Este lugar... me resulta muy familiar... Un momento... ¡Es mí hogar! — Reconocí. — ¡¿¿Qué demonios está pasando??! — Pregunté, en voz alta, casi gritando.
— Hola, Yeti...— Dijo, una voz muy familiar...

Solo una persona me llamaba asi...
Yo, me doy vuelta rápidamente para comprobar si era el...

— ¿¿J - Jacob?? ¿¿Realmente eres tú, hermano?? — Pregunté, extrañado y confundido.
— Claro que soy yo, pequeño Yeti. — Afirmó. — Aunque ahora ya no eres tan pequeño, has crecido bastante ja, ja, ja, ja.— Reconoció, mientras se reía, un poco.
— ¡Jacob! ¡¿¿Dónde estás??! ¡¿¿Estás bien??! ¡Responde! — Pregunté, alterado.
— Wow, tranquilo hermanito. — Respondió. — Estoy bien. Bueno, más o menos. Eso es todo lo que puedo decir... — Afirmó.
— ¿¿Bromeás?? — Pregunté, en voz alta  — ¡Dime dónde estás!
— ¿¿Y que harás cuándo te lo diga, eh?? ¿¿Vendrás a buscarme?? — Preguntó, sarcásticamente.
— Pues... ¡Si! Que más podría hacer...— Respondí.
— Ja, ja, ja, tan impulsivo como siempre...  Me alegra ver qué no hayas cambiado. — Afirmó. — Escucha Yeti, aunque te diga dónde estoy, tu no puedes hacer nada para ayudarme... Al menos, no ahora... — Afirmó.
— Pero, yo...
— Escucha, estoy bien, ¿¿si?? No te preocupes por mi, tienes cosas más importantes de las cuales preocuparte ahora... — Afirmó.
— ¡¿¿Pero, de que demonios estás Hablando, Jacob??! — Pregunté, en voz alta, algo alterado.
— Dejaré que "eso" te lo explique todo. — Dijo.— Nos vemos, hermanito...
— ¡Jacob, espera! — Grite.

Jacob apareció y desapareció como si nada, entre humo y una luz blanca.
De repente, una extraña voz comenzó a hablar...

— ¿¿Enserio acaba de referirse a mi como "eso"?? — Preguntó, una voz desconocida. — A veces me preguntó, ¿¿por qué lo ayudo?? — Dijo.

Yo rápidamente busque de dónde provenía esa voz. Pero... el lugar se volvió completamente negro... Hasta que apareció una enorme figura blanca. Tenía la forma de un humano, pero no lo era...

— ¡OYE TU!...— Dijo.
Yo, rápidamente me doy la vuelta.
— BIENVENIDO!
— ¡BWAAAAAAGGGH! — Grité, aterrado. — ¡¿¿QUIÉN ERES TÚ??! ¡¿¿QUÉ DEMONIOS ERES TÚ??! — Pregunté, igual de aterrado.
— Geh, Geh, Geh. ¿¿Yo...?? ¿¿Quién... soy?? ¿¿Qué... soy?? — Preguntó, vagamente. — Me lastimas, yo soy quien siempre a estado más cerca de ti. — Afirmó.
— ¡Nunca antes había visto a alguien como tú! — Afirmé, en voz alta.
— Geh, Geh, Geh. De cualquier forma, esas preguntas son muy superficiales para mí... — Afirmó, en voz baja. — Yo... ¡SOY LO QUE USTEDES LLAMAN EL MUNDO, O TAL VEZ EL UNIVERSO, O TAL VEZ LA MAGIA, O TAL VEZ EL TODO, O TAL VEZ UNO Y YO SOY TÚ! — Afirmó, con una voz distorsionada.
— ¡YO SOY!... — Lo interumpi antes de que terminara.
— ¡LA VERDAD! — Afirmé, en voz alta, completando su oración.
— ¡AH, ME CONOCES! — Afirmó.
— Bien, eso nos ahorrará bastante tiempo de explicación innecesarias ja, ja, ja, ja. — Reconoció, riéndose. — Escucha chico, ¿¿nunca te has sentido "diferente"?? — Preguntó.
— Por supuesto que sí. — Afirmé. — Solo mírame. ¡Soy albino, soy la definición de diferente! — Exclamé.
— Algunas vez te preguntaste... ¿¿Por qué eres así?? — Preguntó.
— Bueno, Maná y la abuela dicen que es algo genético. — Afirmé.
— ¡TONTERIAS, PURAS Y MERAS TONTERIAS! — Exclamo. —Tú eres así porque eres especial. — Afirmó. — Tú eres de esos individuos unicos que nacen en cada generación. Tu eres...  "¡Una Singularidad!" — Afirmó.
— ¿¿"Una Singularidad"?? — Pregunté, extrañado.
— ¿¿Qué, hay eco en éste lugar?? — Preguntó, sarcásticamente. — Si eso mismo que dije. — Afirmó — Veras, a lo largo de la historia han existido otros como tú. Brujas y magos muy poderosos, quienes de una forma u otra, han quedado en la historia, ya sea para bien o para mal, claro. — Afirmó. — Los ejemplos más actuales son Voldemort y Harry Potter. Ellos también son "Singularidades". Aunque Potter tiene suerte y talento más que nada, también puedes llamarlo "conveniencia del guión". Por otro lado, Voldemort fue una Singularidad que "cayo en la depravación", también llamada "magia oscura". Aunque también era su destino, pero, ya entramos en detalles... La cuestión aquí es que tú, eres aún más especial que cualquier otra "Singularidad" que haya existido o que existirá. — Afirmó, en voz alta. — Debido a que tú estás en el medio, en el punto exacto entre la luz y la oscuridad. No eres solo una "Singularidad", eres... "Un Milagro". — Afirmó.
— Vaya... ¡Eso suena genial! — Afirmé, en voz alta, emocionado.
— Si... es bastante... "genial". — Dijo, "La Verdad", con una voz siniestra. — Muero por ver cómo terminarás. Podrías ser el mago oscuro/tenebroso más poderoso que jamás existió, o podrías ser la luz que extinga toda la oscuridad, o un vago cualquiera en una esquina ja, ja, ja. — Afirmó. — ¡Ahhhh! — (Gemido)  — ¡Que emocionante! — Afirmó, mientras gemía.
— ¿¿Estás, bien?? — Pregunté, mientras me alejaba disimuladamente de el.
— Si, si lo estoy. — Aparecio detrás de mi y me susurro esas palabras.

Harry Potter Hogwarts Mystery: Un Inicio Singular Donde viven las historias. Descúbrelo ahora