Harry Potter Hogwarts Mystery: Un Inicio Singular

El paso del tiempo...

Jueves trece de Septiembre de 1984.

Anoche casi no pude dormir pensando en todo lo que pasó... Pensé en Jacob, en mi visión, en lo que dijeron Snape y Filch, en el hielo y en cómo todo estaba relacionado de alguna forma con las bóvedas malditas. Pero, en lo único qué no pensé fue en cómo recuperar los puntos que perdí otra vez…
Afortunadamente, Felix si pensó en eso. Me encontré con él cuándo estaba por salir de la sala común para ir a mis clases matutinas.
—Quiero hablar contigo, Enzo —dijo Félix, un poco molesto—. Lo haremos después de que tengas tus clases matutinas, te estaré esperando aquí en la sala común.
—De acuerdo, Félix —dije, agachando la cabeza.
Mis clases matutinas no fueron la gran cosa, en encantamientos aprendimos el opuesto de Lumos, el Encantamiento Nox. Solo sirve para "extinguir" la luz de la varita, me pareció un hechizo simple, muy simple, me hubiera gustado que extinguiera toda la luz de una sala, por ejemplo. Luego, en defensa contra las artes oscuras...  ¡¡¿¿A quién le importa defensa contra las artes oscuras??!!, el profesor es un inútil, por suerte no lo volvemos a verlo el año que viene, ya saben, por la maldición que tiene ese cargo y todo eso ja, ja, ja, ja…
Después de todo eso, volví a mi sala común para hablar con Félix, pero antes de hacer eso, me hablaron tres slytherins... La primera fue Jas Agripa (ella fue la primera en pasar en la ceremonia de selección), una chica pequeña, un poco tímida, agradable a mi parecer, con el pelo de color castaño, recogido con dos coletas, ojos celestes y lo más destacable, un moño verde que adornaba su cabeza, es la compañera de dormitorio de Merula y es de las pocas personas que he visto que hablan con ella, sin contar a Barnaby Lee, Ismelda Murk, Skye Parkin y una Ravenclaw pelirroja también de primer año, de la cuál no recuerdo el nombre ahora mismo... Los otros dos Slytherins eran uno de cuarto y otro de quinto.
—¿¿Me preguntó cuándo nos enseñará el profesor Flitwick Alohomora?? —dijo Jas.
—Yo también me lo preguntó —reconocí.
— El señor Filch estaba preguntando por ti, Enzo —afirmó el Slytherin de cuarto—. Ten cuidado...
—Gracias por el dato. Lo tendré.
—¿¿No te parece que hace más frío de lo normal?? —preguntó el Slytherin de quinto.
—Nah, yo casi no siento el frío —reconocí—. Pero es probable que haga más frío porque el invierno está cerca —afirmé.
Pensé : «Estamos en la segunda semana de Septiembre, aún falta mucho para el invierno...».
Pero honestamente no sé me ocurrió que más decirle ja, ja, ja.
Después de haber hablado con ellos, fui a hablar con Félix.
—¿¿De qué querías hablar conmigo, Felix?? —pregunté, nervioso.
—Quería hablar contigo de tu tema favorito, Enzo. ¡Perder puntos! —afirmó, en voz alta, con sarcasmo—. Ahora no perdiste díez, perdiste veinte puntos —reconoció, molesto.
—Lo-Lo siento... Buscaré la manera de recuperar los puntos perdidos —afirme, agachando la cabeza.
—Sería lo mejor. Todos los slytherins estamos sufriendo por tus malas decisiones —afirmó Félix.
—Pero, tú me enseñaste a batirme en duelo, Félix. Sabías que pasaría tarde o temprano —afirme, un poco molesto.
—El hecho de que sepas cómo hacerlo, no significa que debas hacerlo —afirmó Félix, en voz alta.
—Yo no estoy buscando problemas. Merula estaba molestando a otro estudiante, ¡alguien tenía que hacer algo! —afirme.
—¿¿Y tú debías ser ese alguien, cierto?? —preguntó Félix, con sarcasmo.
—Pues, ¡si! —afirme, en voz alta.
—"Pues si", no es una buena respuesta, Enzo —afirmó Félix—… Como sea. Por sí aún no te has dado cuenta. ¡Estás arruinando nuestra oportunidad de ganar la copa de las casas! —afirmó Félix.
—¿¿Solo yo?? ¿¿Qué hay de Merula?? —pregunté, en voz alta—. Ella también tiene la culpa —afirme.
—Probablemente —afirmó Félix—. Pero, a diferencia de ti, Merula si está haciendo algo para ganar puntos de las casas —reconoció.
—¿¿De verdad?? —pregunté, sorprendido—. ¿¿Dan puntos por hacer infelices a todos y estar enojada todo el tiempo?? —pregunté, sarcásticamente—. Ja, ja, ja, ja. Eso sonó bien.
No me había dado cuenta pero... cuando dije eso último, Merula había entrado a la sala común... (obviamente escucho lo que dije).
—Ja ja. Muy gracioso —dijo Merula, sarcásticamente.
—Oh, vaya... Eehh... Buenos días, Merula —dije, rápidamente.
—... —Merula no dijo nada, solo se limitó a verme con desprecio.
—Como estaba diciendo... Merula al menos está haciendo algo para ganar puntos de las casas —reiteró Félix.
—Puedo preguntar, ¿¿qué está haciendo?? Además de lo que ya dije...
—Para tu información idiota. ¡Soy la nueva asistente del profesor Snape para sus clases de pociones!
—¿¿De verdad?? —pregunté, sorprendido.
—Así es. Tu por tu parte no has hecho nada para ganar puntos —reconoció Félix.
—¿¿Y qué puedo hacer para ganar puntos?? —pregunté.
—Ve a clases, concéntrate en tus tareas, haz todo lo que puedas para ganar puntos y lo más importante y probablemente lo que será más difícil para ti. ¡No te metas en problemas!
—Haré mi mejor esfuerzo —afirme.
—Haz algo mejor que eso —dijo Félix, molesto.
Después de decir eso, Félix se fue. Pero Merula no, aparentemente, tenía algo que decirme...
—¿¿Puedo ayudarte en algo, Merula?? —pregunté, extrañado.
—¿¿Tu?? ¿¿Ayudarme a mi?? Ja, ja, ja, ja, ese si fue un buen chiste —afirmó, burlándose.
—¿¿Entonces no quieres nada??
—A decir verdad, estoy aquí por ti, Enzo.
—¿¿Por mi?? —pregunté, sorprendido.
—¿¿Ahora además de no ver, no escuchas?? —preguntó sarcásticamente—. Tenemos que ir al Club de Duelos.
—¿¿Club de Duelos, eh?? Eso suena interesante —afirme.
—Solo espera a llegar... No puedo imaginar la cara que podrás cuando pierdas, ja, ja, ja. —afirmó Merula, mientras se reía con maldad y arrogancia.