Durante toda mi vida había estado rodeada de máquinas, medicinas, habitaciones blancas, doctores y hospitales. Había nacido con un defecto horrible, y mi familia quería corregirlo de la forma más rápida posible. Debido a que nunca pude salir de las habitaciones del hospital los únicos amigos que tenía eran libros. Los libros nunca me criticaron, nunca me dijeron que tenía que hacer, las palabras que cada uno poseía estaban llenas de sabiduría y historias interesantes. Mi educación se basó de los libros que leía, no había aprendido a caminar sin la ayuda de los tutoriales de la televisión, al igual que comer o hablar. Mi vocablo siempre había sido delicado, amable y educado, nunca le falte el respeto a alguien, no quise incomodarlos. A veces incluso soñé con hacer amigos con mi forma de ser una vez saliera de este lugar, pero eso nunca sucedió.
Miércoles 17 de Mayo, 2033. Hospital Greenworth, New York.
—¡Traigan el desfibrilador! ¡Ahora!—
—Doctor, la respiración de la paciente se hace cada vez más débil.—
—¡Su frecuencia cardíaca está disminuyendo a una velocidad muy rápida! ¿Que hacemos, Doctor?—
Ah... Mi muerte sería el día de hoy? Después de veintidós años combatiendo contra esta enfermedad, al fin tendría un descanso? Las personas que siempre estuvieron a mi alrededor siempre me empujaban para seguir adelante a pesar de que yo no quisiera hacerlo más, no tenían idea de que tan doloroso era el tratamiento que me daban para seguir con vida. No tenían idea de cuánto quería terminar con todo esto, rendirme y seguir aferrándome a la vida, pero se negaron a escuchar mis deseos y siguieron empujando, incluso ahora que estaba abandonando este mundo tuvieron el descaro de decirme que no muriera. Ellos son tan egoístas.
Mi mala suerte había comenzado desde que nací. Me habían diagnosticado cáncer de pulmón, mi esperanza de vida era poca, sin embargo los recursos que tenían mis padres no, se negaron a aceptar que mi muerte sería temprana y me obligaron a tomar el tratamiento por más doloroso que fuera. Su hija no podía serles arrebatada por esta imperfección, definitivamente no lo dejarían.
Mi tratamiento comenzó desde que empecé a tener conciencia de lo que me rodeaba, recuerdo que el proceso se llevó todas las lágrimas que mis ojos pudieran derramar, ya no me quedaban y aunque doliera ya no podía soltar ningún sonido, mi garganta se había dañado de tanto gritar, uno de mis sueños había sido convertirme en cantante y eso lo destrozó.
Siempre había visto que tan lindas eran las niñas a mi edad y quería ser como ellas, pero mi cabello se había caído por la quimioterapia y mi piel estaba tan pálida y carente de brillo que podía ver mis venas y arterias a través de ella.
Me obligue a mi misma a madurar desde una edad temprana, no podía dejar que estas cosas me deprimiera, me volví fuerte mentalmente y seguí con mi vida. Mi fuente de entretenimiento había sido la televisión, pero mis amigos eran los libros. Los libros estaban llenos de conocimiento del mundo exterior, de historias de amor dramáticas y estúpidas, de lugares ficticios que pueden ser creados por la imaginación de las personas, de eventos ocurridos por la estupidez de la raza humana, entre otros temas que llamaban mi atención a diario. Mi vida se basó de la información que obtenía gracias a estos libros, sabía identificar los pasatiempos de una persona por las marcas que dejaba en su cuerpo, sus problemas psicológicos, si mentían o decían la verdad, sus costumbres, sus hábitos, algún problema con su salud, y mucho más.
Toda mi vida era una rutina dolorosa en donde los momentos de paz eran los que yo más apreciaba y los momentos en los que luchaba por vivir eran los que más odie. Sin embargo, hoy, el día que más había esperado toda mi vida , por fin había llegado y yo le doy la bienvenida más cálida.
Si la muerte me abraza, yo le devolveré el abrazo.
La oscuridad me rodeo, la tranquilidad que me envolvía era tan pacífica y hermosa que deseaba seguir allí durante toda la eternidad. Pero mi paz se vió interrumpida. Arrancaron mi alma de las manos de la muerte haciéndome sentir que el mundo volvía a mandarme a una tortura llamada vida.

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¡He renacido solo para convertirme en la rival amorosa de la protagonista!
FanficMi vida había terminado en una solitaria cama de hospital, mi enfermedad había acabado completamente conmigo y lo único que quedaba de mi en ese lugar era mi cuerpo vacío y maltratado. Cuando volví a despertar no vi ese famoso campo de flores el cu...