16

3.4K 357 10
                                    


Usualmente no solía alterarme de ese modo, soy una persona tranquila y casi nada en el mundo puede alterarme, sin embargo hay cosas que detesto hasta no poder más y una de ellas es el dolor. En mi vida pasada tuve que pasar por tantos tratamientos que casi había perdido la cuenta de ellos, lo único que podía recordar era el dolor que tenía que pasar cada vez que tenía que hacer un "esfuerzo" por mantenerme con vida. Si alguna vez me dijeran que tenía que pasar por lo mismo otra vez probablemente me suicidaría. Pero... Esta vez no solo tenía que pensar en mi misma, había desarrollado relaciones sentimentales, había personas que se preocupaban por mí y tomar una decisión así sin haber intentado vivir antes era básicamente ignorar el hecho de que les importo como una persona viva. Y yo no soy así. 

La razón por la que decidí vivir era por ellos.

Una persona necesita una razón para vivir, y mi razón son mis preciados amigos. Sabía que ellos no iban a poder hacerle frente a la tormenta que se aproximaba así que sentí por primera vez que un sacrificio valía la pena.

—Las barricadas son un punto clave para protegerla, crees que puedas hacerlas, Drole?—le preguntó Meliodas al gigante y el asintió serio

—Chicos...—traté de meterme en la conversación

—Cali, no te preocupes, nosotros te protegeremos.—ese es el problema, Gloxinia...

Desde que me enteré de que mi existencia era algo casi extinto en este mundo supe que no iba a vivir mucho y quise disfrutar lo que llamaba vida al máximo. Aunque hubieron momentos en los que la soledad se convirtió en una adicción dañina, hubieron otros momentos en donde la felicidad se comparó a saltar libre y surcar el cielo. No sabía que la amistad me volvería tan resistente y valiente, antes la vida me resultaba tan dura que... la muerte parecía la única opción que me podría librar del sufrimiento. Al final comprendí que mi dolor se debía a que nadie jamás se preocupo lo suficiente por mi como para que tuviera la motivación de seguir viviendo por esa persona.

—Cali.—Elizabeth me llamó

—¿Que pasa?—me acerqué a ella, alejándome de la conversación que tenían los chicos en la fogata

—Tengo... Tengo que decirte algo ¿podemos... ir a un lugar más privado?—no se porque, pero Elizabeth emitía cierto aire de culpabilidad y tristeza ¿me habrá hecho algo? Si es así no puedo recordarlo...

—Claro, espera un momento, le avisaré a los chicos.—fui a donde los chicos y les dije que Elizabeth y yo iríamos al lago a tener una charla de chicas , creo que ni siquiera les importo... jaja

Volví con Elizabeth y cree una burbuja de aire para sumergirnos en el lago, cuando llegamos a la parte más profunda alente a Elizabeth para que hablara con toda la confianza del mundo, que no tenía nada de que preocuparse.

—Yo... Yo...—agarré suavemente las manos de Elizabeth

—No estés nerviosa, Elizabeth, respira y cuando te sientas lista continua.—le dí una sonrisa tranquilizadora

—...—Elizabeth se dedicó a inhalar y exhalar hasta que se mostró confiada a seguir hablando—Yo... Te robe a Meliodas a propósito...—dijo ella cerrando los ojos con miedo a verme

Dentro de la burbuja nos inundó un silencio horrible. Por primera vez sufrí uno de esos dramas adolescentes en donde tu amiga te roba el novio, pero por alguna razón no me sentí molesta. No sentí que la llama del odio me dominase o que el cielo entero me calló encima, me sentí ¿aliviada?

—Con que era eso...—suspiré aliviada

—¿Eh? ¿No... No estás enojada?—preguntó Elizabeth confundida

¡He renacido solo para convertirme en la rival amorosa de la protagonista!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora