Secreto - BeomGyu

• 5 - Gracias •

- Chicos, antes irse, déjenme sus tareas de la clase de historia; se los entregaré al profesor yo mismo.

Aviso a todo el grupo antes de que sonara la campana de la última hora.

Cada compañero pasaba y dejaba su tarea encima de mi banca, la mayoría se despedía de mí y uno que otro bromeaba que no la había terminado.

- Nos vemos mañana, BeomGyu. - Se despiden de mí unas chicas.

- Hasta mañana, chicas. - Les sonrió amistosamente mientras tomo todas las tareas entre brazos.

Mire a mí alrededor. La mochila de Scarlett aún seguía en su banca.

¿Dónde estará?

- Aquí está la mía. - Una voz pasó sobre el marco de la puerta llamando mi atención, dejando de ver el lugar vacío de la chica.

- Pensé que no la hiciste y por eso huiste. - Bromeo.

Ella sonríe dejando su tarea arriba de las demás, que se encontraban en mis brazos.

- No exactamente. - Coloca frente a ella una galleta de nieve. - Toma.

- ¿Y esto? - Dije sin comprender.

- Es una galleta de nieve. - Dice obviamente. - Es para ti.

Al ver que yo aún la seguía viendo sin entender del todo, ella tomó mi mano libre y deja ahí el empaque.

- ¿De repente? - Le sonrío.

- Es por ayudarme con todo esto de ser nueva. - Explica con un ligero sonrojo en sus mejillas. - Fuiste muy amable y de mucha ayuda.

- Oh, no es nada. Después de todo, soy el representante del grupo.

- Aun así, gracias. - Ella sonríe más. - ¿Vas a entregarlos?

Me pregunta refiriéndose a las tareas que aún cargaba.

- Sí, iré al salón de profesores a dejarlos.

- Te ayudo.

- No te preocupes, puedo con ellos. - Le dije al ver que se acercaba a tomarlos.

- Tranquilo, quiero hacerlo. - Ella explica y luego toma un buen bonche de tareas para aligerar el peso que llevaba cargando. - Vamos.

Me quedé impresionado.

Era la primera vez que una chica me ayuda a cargar algo, siempre soy yo quien me ofrezco para ayudarlas a cargar las cosas pesadas. Mi madre siempre me decía que debía ser caballeroso con todas las mujeres.

Me sentí un poco extraño que me ayudara. Se sintió... Bien.

- ¿Qué haces ahí parado? - Scarlett asoma su rostro en el umbral de la puerta. - Vamos.

- Claro. - La seguí.

Mientras nos dirigimos al aula de maestros, los dos comenzamos una conversación.

- ¿Es cierto que estás en el club de música? - Pregunta viéndome con ojos de curiosidad.

- Sí, es cierto. ¿Cómo lo sabes? - Le pregunto, ya que nunca le he comentado aquello.

- YeonJun y SooBin lo han mencionado un par de veces.

- Claro. - Olvidaba que ella ya era amiga de los mayores. - Toco la guitarra y un poco de piano. ¿Y tú?

- Cuando era pequeña tocaba la guitarra también, pero ahora me llama más la atención piano. - Explica tranquilamente. - Quisiera meterme a clases de piano.

- La convocatoria del club de música siempre está abierto y a todo el público. - Le informo. - ¿Quieres que te meta?

- Sí, me encantaría. - Sonríe ampliamente.

- De acuerdo, mañana ven después de clases al salón de música y podrás comenzar ese mismo día si lo deseas. - Río al verla emocionada.

- De acuerdo. Gracias, BeomGyu.

- Oh, cierto, casi olvido mencionarte algo. - Recuerdo de pronto. - Cada año la escuela realiza una feria de bienvenida a los de nuevo ingreso y hacemos diversas actividades y juegos entre todos.

- Se escucha divertido.

- ¿Vendrás?

- Claro que sí, no me lo perdería.

- Los detalles te los diré después, aún estamos viendo la fecha y el horario.

- Claro.

Nos acercamos a aula y una vez dejando las hojas arriba del escritorio del profesor, nos fuimos de nuevo a nuestro salón para ir por nuestras mochilas e irnos a nuestras casas.

- ¿Scarlett? - La llamo cuando termino de colgar mi mochila en mi hombro.

- ¿Sí?

- ¿Quieres salir el fin de semana? - Solté.

Scarlett se quedó petrificada, no decía absolutamente nada y no la culpo.

¿Por qué diablos le soltaste aquello, BeomGyu? ¿Acaso estás loco? ¿Quieres que piense que te gusta?

- BeomGyu...

- ¡No, no no! - Empecé a negar rápidamente con mis manos, muy nervioso y colorado de todo el rostro. - ¡No lo malinterpretes! Yo sólo decía si querías conocer la ciudad ya que eres nueva y probablemente no conozcas nada de aquí, así que yo pensaba si tal vez querías conocer...

- Claro.

Me interrumpo al escucharla.

- ¿Eh? - Pregunté estúpidamente.

- Dije que claro, - Scarlett por fin se movió y tomó de la correa de su mochila. - me gustaría salir contigo.

Sonreí muy nervioso. Hace mucho que no me sentía nervioso por alguien y avergonzado al mismo tiempo.

- De... Acuerdo. - Dije rascando mi cuello muy nervioso.

- Nos vemos mañana, BeomGyu. - La chica coloca su mano en mi hombro izquierdo en forma de despedida y se marcha.

¿Por qué se lo pregunté tan directo?

Qué pena.